
Abertis y Sacyr han puesto sus ojos en uno de los mayores concursos públicos de autopistas que hay en la actualidad en Europa. Ambos han expresado su interés en la licitación de una nueva concesión para la A-22, en Italia. El proceso que tiene en marcha el Gobierno de Giorgia Meloni podría suponer la movilización de inversiones por más de 9.000 millones de euros.
La autopista de peaje A-22 conecta Brennero, Verona y Módena, en el norte de Italia. La infraestructura discurre por un trazado de 314 kilómetros y se erige en la principal vía a través de los Alpes, uniendo el valle del Po y la autopista A1 con Austria y Alemania. Su tráfico medio diario se sitúa en 43.000 vehículos.
En la actualidad, la vía está gestionada a través de una concesión por Autostrada del Brennero. El 84,75% de su capital es propiedad de varias administraciones locales y entidades públicas, entre las que destaca, con el 32,29%, la Región Autónoma Trentino Alto Adigio. El 14,16% pertenece a grupos privados y el 1,09% corresponde a autocartera. Entre los inversores privados figura la propia Abertis, que a través de su filial en Italia A4 Holding ostenta el 4,23%.
La concesión de la A-22 expiró en 2014 y ha sido objeto de controversias desde hace más de una década, con enfrentamientos cruzados entre las distintas administraciones y también con los accionistas privados. El Ministerio de Infraestructuras y Transportes (MIT) lanzó a finales del pasado año una nueva licitación para la concesión de la autopista por un periodo de 50 años que, de igual modo, ha recibido la contestación de algunos partidos de la oposición y de entes locales.
El MIT preveía recibir las ofertas indicativas el próximo viernes, 28 de febrero, pero el pasado viernes comunicó que el plazo se amplía hasta el 31 de marzo.
La concesionaria actual, Autostrada del Brennero, también conocida como Autobrennero, tendría un derecho de tanteo que es objeto de examen por parte de la Comisión Europea para evaluar su compatibilidad con la normativa comunitaria.
Sacyr analiza participar en el proceso de la mano de su socio en el país Fininc
Desde algunas esferas políticas cuestionan los términos y criterios establecidos en la licitación al observar riesgos de que la concesión termine en manos de operadores privados, con el consecuente menoscabo para las autoridades locales en la gobernanza de la infraestructura. Incluso desde Izquierda Italiana se ha requerido este mes de febrero a Bruselas aclaraciones al respecto.
Por el contrario, operadores privados como Autostrade per l'Italia (Aspi) han recurrido el posible derecho de tanteo de la actual concesionaria de la autopista, al considerar que confronta con la Ley de Competencia aprobada en 2023, así como algunos términos relativos a la financiación.
Autobrennero aspira a renovar la concesión de la A-22 por otros 50 años y ya ha remitido una propuesta de 'project finance' por la que se prevén inversiones por valor de 9.200 millones de euros para transformar la carretera en el primer corredor verde de Europa. No obstante, enfrente tendrá presumiblemente a algunos de los mayores operadores de autopistas del mundo. Así, Abertis emerge como uno de los principales candidatos.
La compañía española está controlada a partes iguales por la italiana Mundys -antigua Atlantia- y por ACS -30% de manera directa y 20% a través de su constructora alemana Hochtief-. La firma que preside Juan Santamaría (consejero delegado de ACS) y dirige José Aljaro, como consejero delegado, está analizando los pormenores de la licitación para trasladar una oferta. Desde la operadora han declinado hacer comentarios.
Para Abertis, Italia es un mercado estratégico. En la actualidad tiene el 91,26% de A4 Holding, sociedad que explota las autopistas A-4 Brescia-Padova y la A-31 Vicenza-Badia Polesine (Autostrada Valdastico), ubicadas fundamentalmente en la Región del Véneto y con una longitud total de 236 kilómetros. Estas vías registraron en 2023 una intensidad media diaria de 66.795 vehículos. Su plazo de concesión finaliza el 31 de diciembre de 2026, momento en el que revertirá al Estado. Abertis está a la espera de qué decisión toma el Ejecutivo italiano, pero se prevé que saque un nuevo contrato por el que, llegado el caso, podría competir.
Abertis trabaja en incorporar nuevos activos en el mundo para compensar la pérdida de proyectos que han finalizado sus concesiones o lo harán en próximos años. En esta línea, negocia adquirir a Ferrovial el 76,28% de la catalana Autema. Además, el pasado año enfrentó el rescate anticipado de la SH-288 de Texas (Estados Unidos), que había comprado unos meses antes. En su plan de crecimiento, la compañía ha sumado autopistas en Puerto Rico, Chile (Ruta 5) y España (Autovía del Camino).
También se postula para concurrir a la puja de la A-22 el consorcio SIS que integran la italiana Fininc (51%) y Sacyr (49%). Ambos son socios en Italia en las autopistas Pedemontana-Véneto, la A-3 Nápoles-Pompeya-Salerno, la Via del Mare (Venecia) y la A-21, en Turín. Fininc, propiedad de la familia Dogliani, está calibrando sus opciones y aunque no hay un decisión tomada, lo más probable es que de entrar en la pugna lo haga de la mano de Sacyr.
La compañía que preside Manuel Manrique, que no ha realizado comentarios, tiene en el mercado transalpino uno de sus mayores generadores de negocio. Aunque su objetivo es aumentar el peso de los países anglosajones en detrimento de Latinoamérica, sobre todo, y Europa, Italia es un país prioritario en su plan estratégico y la adjudicación de la concesión de la A-22 tendría encaje.
Mientras, Aspi, sociedad que Mundys vendió en 2021 al consorcio formado por CDP (Cassa Depositi e Prestiti) y los fondos estadounidense Blackstone Infrastructure Partners y australiano Macquarie Asset Management por más de 9.000 millones de euros, y el grupo Gavio, el histórico rival de Atlantia en Italia y que cuenta con ASTM en alianza con el fondo francés Ardian, también preparan sus propuestas.
Los cinco posibles contendientes han participado en el proceso de aclaraciones con el Ministerio de Infraestructuras y Transportes de Italia, si bien la decisión de participar en la puja final será adoptada en la próximas semanas. De igual modo, aunque improbable, es posible que surja algún candidato adicional.
