
Con la adquisición de TSB Bank a Banco Sabadell por 3.100 millones de euros (2.650 millones de libras), Banco Santander rubricará una de las mayores operaciones desde que Ana Botín es presidenta de la entidad cántabra (2014). Sólo la supera, de hecho, la ampliación de capital de 7.000 millones de euros que acometió en el marco de la compra, por un euro, de Banco Popular en 2017.
Con la incorporación de TSB a su perímetro, el banco rojo disipa los rumores que le han rodeado en los últimos meses sobre un posible repliegue en Reino Unido y, muy al contrario, constata su apuesta decidida por un mercado que, una vez superadas las incertidumbres por el Brexit y la pandemia y en plena ofensiva arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emerge como uno de los objetivos de inversión prioritarios de las grandes empresas españolas.
De acuerdo con el sexto Barómetro sobre Clima y Perspectivas de la Inversión Española en el Reino Unido, correspondiente a 2024, las empresas españolas, con un stock de capital en el mercado británico estabilizado en el entorno de los 80.000 millones de euros, mantenían una visión positiva sobre el país y más de la mitad de las encuestadas preveía incrementar en 2025 su facturación, ampliar sus inversiones y aumentar su plantilla, a pesar de enfrentar la inflación, las dificultades para contratar trabajadores y las relaciones con la Unión Europea como principales amenazas.
Estas proyecciones se están traduciendo en el presente ejercicio en un relevante impulso de las operaciones corporativas y el horizonte inmediato abre un abanico de oportunidades de inversión para los grupos españoles gracias al plan del Gobierno laborista, que recientemente ha incrementado sus estimaciones inversoras hasta los 700.000 millones de libras (más de 810.000 millones de euros).
La compra de TSB Bank sobresale por su cuantía y por el efecto que tiene sobre el proceso empresarial más importante que está en marcha en España en la actualidad, la oferta pública de adquisición (opa) de BBVA sobre Sabadell.
Santander ha aprovechado la estrategia defensiva de la entidad catalana para hacerse con un banco que le permitirá consolidarse en el podio de los negocios hipotecario y de depósitos en el país. Santander UK firma con TSB su cuarta transacción de relieve en Reino Unido desde que en 2004 adquirió Abbey National por casi 13.200 millones de euros. En 2008 tomó el control de Alliance & Leicester por 1.570 millones de euros y compró parte del negocio de Bradford & Bingley (B&B) por 773 millones de euros.
Reino Unido ganará protagonismo en el negocio de Santander, que semanas atrás vendió el 49% de su filial en Polonia y el 50% de la gestora de activos (TFI) por cerca de 7.000 millones de euros a Erste Group Bank. Además del mercado británico, la entidad cántabra focaliza su actividad en España, Brasil, México y Estados Unidos.
El crecimiento de Santander en Reino Unido se produce, en todo caso, a costa del decrecimiento de Sabadell en el país al desprenderse de TSB, si bien se trata de un activo que estaba en la rampa de salida del banco que preside José Oliu desde hace años.
Más allá del ámbito financiero, Reino Unido ofrece múltiples oportunidades en áreas como las infraestructuras, tanto de transporte y equipamiento social como de energía con planes millonarios en ferrocarril, carreteras, hospitales, renovables, líneas de transmisión eléctrica, centros de datos y telecomunicaciones. No en vano, el país ha sido receptor en los últimos meses de algunas de las mayores inversiones españolas.
En el terreno energético, el pasado mes de marzo, Repsol anunció un acuerdo histórico con NEO Energy Group Limited (NEO UK) para consolidar sus operaciones de petróleo y gas en el Mar del Norte de Reino Unido mediante la creación de una nueva joint venture denominada NEO NEXT. Esta alianza estratégica surge de un canje de acciones y posicionará a la nueva compañía como uno de los mayores productores independientes en la Plataforma Continental del Reino Unido (UKCS), con una producción proyectada de 130.000 barriles equivalentes de petróleo por día en 2025.
La alianza, en la que la petrolera española tiene una participación del 45%, permite a ambas empresas reforzar significativamente su escala operativa, eficiencia y potencial de crecimiento, además de generar sinergias que superarán los 1.000 millones de dólares, impulsando la rentabilidad y el flujo de caja. Repsol mantendrá un compromiso de financiación de hasta 1.800 millones de dólares (1.700 millones de euros) para las obligaciones de decomisionado.
Redes y centros de datos
Iberdrola, por su parte, tiene en Reino Unido su principal apuesta estratégica de crecimiento. A finales de 2024, la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán cerró la adquisición del 88% de la eléctrica inglesa Electricity North West (ENW), con una valoración de empresa de alrededor de 5.000 millones de euros, deuda incluida.
La operación, la segunda mayor en el país tras la compra de Scottish Power en 2007 por más de 17.000 millones, se encuadra en la estrategia del grupo vasco de impulsar su negocio de redes en mercados con una elevada solvencia crediticia. La adquisición, de hecho, convirtió a Reino Unido en el primer país de la eléctrica española por base de activos de redes, con unos 14.000 millones de euros, por delante de Estados Unidos (13.300 millones).
El futuro plan estratégico de Iberdrola, de hecho, abundará en su crecimiento en este nicho en Reino Unido, donde a través de su filial ScottisPower Energy Networks prevé realizar inversiones por de 10.600 millones de libras (12.300 millones de euros) en los próximos cinco años para impulsar las infraestructuras eléctricas.
En los últimos días, han salido a luz informaciones, sin confirmación por las partes, sobre conversaciones preliminares entre Scottish Power, y su rival Ovo Energy para explorar una posible fusión que daría lugar al tercer mayor suministrador de energía del Reino Unido.
Dentro del Ibex 35, otra firma de energía acaba de dar el salto a Reino Unido. Solaria anunció a finales del año pasado su entrada en el país con la apertura de oficinas en Birmingham. Su objetivo es participar en el nuevo plan de energías renovables, que supondrá duplicar la energía eólica onshore hasta 35 gigavatios (GW) y triplicar la solar hasta alcanzar 50 GW para 2030. Y en Reino Unido también pretende abordar la expansión internacional de su actividad en centros de datos, junto con Alemania e Italia. La compañía ya ha solicitado acceso a la red para 2,7 GW en el mercado británico.
Dentro del sector energético destacan otros grupos españoles con una consolidada presencia en Reino Unido. Es el caso de Exolum, la antigua CLH (Compañía Logística de Hidrocarburos), que hace 10 años, en 2015, se hizo con una red de oleoductos de 2.000 kilómetros y 16 instalaciones de almacenamiento en el país. Entre ellas, figuran los aeropuertos de Heathrow, Gatwick, y Stansted, en Londres, y Manchester.
Su interés por Reino Unido es amplio y busca diversificar su actividad en el país. Como muestra, a finales de 2024, anunció un proyecto de producción de hidrógeno en que supondrá una inversión cercana a los 25 millones de euros. Aunque el electrolizador de hidrógeno, que se ubicará en el noreste de Inglaterra, tiene una capacidad modesta -de 5 megavatios (MW)-, el proyecto posiciona a la instalación como una de las más relevantes en lo que se refiere a suministro de hidrógeno para el transporte pesado en Europa.
Para las constructoras españolas Reino Unido también emerge como un mercado prioritario. Las inversiones en infraestructuras de transporte, hospitales o centros de datos suponen una enorme oportunidad y su posicionamiento es muy relevante.
ACS y Ferrovial figuran como dos de los principales contratistas para las líneas de alta velocidad del país. El grupo que preside Florentino Pérez, en su apuesta por el desarrollo de centros de datos, acaba de constituir en el país Hochtief Data Center Partner Limited. En los años previos, la multinacional española ha impulsado su filial de servicios Clece con la adquisición de algunas empresas especializadas en la gestión de residencias de mayores y otro tipo de servicios sociales.
ACS, al igual que Sacyr y FCC, figura en el listado de 16 firmas de infraestructuras para participar en el macroplan de inversión para renovar la red hospitalaria del país, denominado, Hospital 2.0 Alliance, dotado con unos 37.000 millones de libras ( el que pretende renovar y modernizar la actual planta sanitaria del país en los 12 próximos años. De igual modo, las constructoras españolas han ganado en los últimos años proyectos de autopistas, agua o tratamiento de residuos.
En este último ámbito FCC tiene una posición relevante en Reino Unido, que figura como uno de los principales mercados de su división de medio ambiente. Una condición que reforzó en 2024 con la adquisición del negocio en el país de la también española Urbaser.
Ferrovial vs. Aena
Ferrovial asoma como una de las empresas españolas con un mayor arraigo histórico a Reino Unido, protagonizando en el pasado una de las mayores compras en el país. Allá por 2006 compró el gestor de aeropuertos británico BAA por más de 14.000 millones. Tres años antes también se hizo con la firma de servicios Amey, que excluyó de bolsa. Entre 2021 y 2023 se desprendió de esta última y recientemente ha transferido todas sus participaciones en los aeropuertos británicos: Heathrow, en Londres, y Aberdeen, Glasgow y Southampton. Desinversiones con las que busca obtener munición para crecer en su prioridad absoluta, Estados Unidos -si bien Reino Unido aún aparece como un mercado de interés, sobre todo para construcción y concesiones-.
En contraste, Aena tiene colocado a Reino Unido como un país estratégico y en el que tiene pretensiones de crecimiento. El gestor público español opera el aeropuerto de Luton, en Londres, desde que se lo adquirió a Abertis en 2013. Tiene el 51% de la concesión y este año ha recibido luz verde del Gobierno británico al nuevo plan director de la infraestructuras.
La firma que dirige Maurici Lucen negocia, entretanto, con el Ayuntamiento de Luton para ejecutar la ampliación del aeropuerto y subir su capacidad a 32 millones de pasajeros anuales, con una inversión que se acerca a los 3.000 millones.
Al margen de Luton, Aena está muy atenta a las oportunidades de M&A que ofrece el mercado aeroportuario británico. En el último año, de hecho, se ha quedado a las puertas de incrementar su cartera en dos procesos en los que presentó ofertas: el del aeropuerto de Edimburgo, por un lado, y el de los aeropuertos de Aberdeen, Glasgow y Southampton y , por otro.
En telecomunicaciones, Telefónica protagonizó en 2005 la mayor adquisición de una empresa británica por una española: O2. Pagó más de 26.000 millones de euros. En su estrategia de crecimiento futuro, la compañía que preside Marc Murtra planea realizar compras con el foco en Europa, y Reino Unido se revela como un destino muy oportuno.
Por el momento, la teleco española continúa invirtiendo en el país de manera orgánica y, como muestra, hace unos días el operador VMO2, controlada por Telefónica y Virgin Media (Liberty), anunciaron un desembolso de 343 millones de libras (400 millones de euros) para la adquisición de nuevas frecuencias móviles en el Reino Unido.
Los planes de inversión del Gobierno británico en infraestructuras de telecomunicaciones representan un foco de interés también para Cellnex, que en los últimos ya ha ejecutado adquisiciones de envergadura en el país como las de CK Hutchison y Arqiva.
La pública Navantia igualmente ha potenciado su papel en Reino Unido este año con la compra de las actividades de Harland & Wolff, famosa por haber construido el Titanic, en sus cuatro centros de trabajo, Irlanda del Norte (Belfast), Inglaterra (Appledore) y Escocia (Methil y Arnish), con un valor de 85 millones. Con ello, la empresa pública española aseguró el cumplimiento del programa de construcción naval FSS para el Ministerio de Defensa británico valorado en 1.800 millones y que había sido adjudicado en 2022 a Navantia y Harland & Wolff. Mientras, hace un mes, la tecnológica Fever, respaldada por Goldman Sachs, adquirió la británica DICE para crecer en el sector de la música en vivo.
En retail, Inditex acaba renovar y o reabrir varias tiendas de marcas como Pull&Bear, Oysho y Massimo Dutti en Oxford Street (Londres) y en enero inauguró un 'flagship store' en Liverpool. Mango también está escalando en Reino Unido con 20 aperturas previstas para este año. Y la cervecera Hijos de Rivera (Estrella de Galicia) ha creado una filial para reforzarse en el país.