Empresas y finanzas

La banca perdería 3 puntos del capital CET1 si la guerra de Rusia restase 5,4 puntos al PIB

  • El Banco de España estima que el sector cuenta con la "adecuada capacidad de resistencia" bajo dicho estrés y no requeriría medidas

Los bancos españoles podrían perder entre 1,8 puntos porcentuales y 3 de su ratio de capital si las dificultades importadas por la guerra de Rusia en Ucrania provocasen un fuerte shock en la economía. El impacto lo calcula el Banco de España en un ejercicio de estrés incluido en el Informe de Estabilidad Financiera publicado hoy, donde concluye, no obstante, que el sector "muestra una adecuada capacidad de resistencia agregada".

El ejercicio no ofrece detalle sobre entidades individuales o grupos de entidades, pero su director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución, Ángel Estrada, aclaró que, a pesar del fuerte drenaje estimado de capital, "no exige ninguna acción supervisora" porque quedan con suficiente holgura aún de solvencia. La banca finalizó 2021 con una ratio de capital de nivel ordinario (CET1) del 13,45%.

Para las pruebas de estrés toma de hipótesis dos escenarios con una "probabilidad de cumplimiento muy baja" a su juicio por los parámetros de shock que contempla. En el primero considera como hipótesis que se disparan las primas de riesgo, se desboca el precio energético y empeoran los cuellos de botella, acelerando el avance de la inflación y moviendo al Banco Central Europeo (BCE) a subir con fuerza los tipos.

En este escenario restaría 2,8 puntos porcentuales de crecimiento al PIB en el horizonte 2022 frente al aumento del 4,5% previsto por el organismo para este ejercicio y del 2,9% para el próximo. El precio de la vivienda caería un 5,3%, la bolsa un 12,8% y la inflación aumentaría en 3,2 puntos sobre las proyecciones del Banco de España (espera que el IPC suba un 7,5% en 2022 y el 2% en 2022).

Con este panorama, estima que los tipos subirían de promedio 2,2 puntos porcentuales, provocando un escenario donde la banca perdería 180 puntos básicos de su ratio CET1 después de asistir a un deterioro del 2,9% en sus riesgos en España y en la cartera de deuda soberana.

En el escenario agravado, donde el conjunto del sector vería volatilizarse 300 puntos básicos en su ratio de solvencia y encajaría un deterioro del 4,4% en sus activos, los tipos apenas subiría un 0,9% porque la economía sufriría un peor desempeño y el BCE limitaría su intervención.

Para estimar este peor contexto toma como hipótesis que hay una pérdida de confianza superior de los agentes económicos (familias y empresas), y que la situación provocada por el conflicto bélico resta 5,4 puntos porcentuales al PIB, dispara un 3,6% más la inflación y hace colapsar un 18,6% la bolsa y el 8,6% los precios de la vivienda.

A diferencia de sus pruebas de resistencia previas, el supervisor incorpora por vez primera que los tipos subirán y tendrán efectos favorables y desfavorables. Será un aliciente para aumentar el margen financiero, en la medida que se repreciarán las carteras crediticias -el 50% del stock son hipotecas, vinculadas en su mayoría al Euribor-y como efecto mitigante cuentan además con las provisiones acopiadas para encarar deterioros en la pandemia y sin utilizar.

El aumento de tipos podría afectar a las valoraciones de los activos. En el caso de la cartera de deuda pública un elemento "mitigante" son aquellas posiciones que tienen a coste amortizado porque piensan mantenerlos hasta vencimiento, de forma que las fluctuaciones de valor que se produjeran no serían relevantes. Supone alrededor del 50% de su posición, según Estrada.

En términos generales reconoció que las entidades con diversificación internacional sufren menos consumo de capital, pero observó que en las entidades menos significativas tienen precisamente más cuantía de su deuda pública contabilizada así y una parte importante de hipotecas, cuyo precio subirá con alzas de tipos.

Según detalló, el Banco de España aconseja a las entidades "que extremen la prudencia y no liberen las provisiones extraordinarias que dotaron" hasta que escapen las actuales dificultades, aunque la morosidad aún no ha repuntado a diferencia de otras crisis.

Riesgo de impagos

El sector finalizó el ejercicio con 49.000 millones en dudosos en el sector privado residente: 27.000 millones correspondiente a empresas y 20.000 millones en hogares. Su cuantía se redujo así un 5,5% interanual (-5,1% en empresas y -6,1% en hogares), hasta situar la tasa de morosidad en el 4,2% (5,4% en compañías y el 3,7% en familias).

Sin embargo, advirtió de que las refinanciaciones crecieron un 15% y un 20% las exposiciones en 'vigilancia especial', donde albergan dudas de cobro aunque se mantengan al corriente de pago.

En concreto, el sector cuenta con 94.000 millones de financiaciones en vigilancia especial (61.000 millones en crédito con empresas y 31.000 millones con hogares). Su expansión fue del 25,7% en las sociedades y descendió un 1,7% en hogares.

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