
La fuerte subida de los precios del gas ha llevado al mayor fabricante de baldosas cerámicas de Europa y de España, el grupo castellonense Pamesa, a tomar medidas. El grupo propiedad de Fernando Roig ha decidido implantar una 'tasa energética' a sus productos, un recargo a sus compradores que se fijará en función del precio medio mensual del gas de forma temporal.
Según han explicado fuentes de la compañía, este recargo en sus precios se aplicará a partir del 1 de abril ante la escalada de los precios del gas, el combustible básico de los hornos cerámicos que también representa unos de sus mayores costes productivos. La nueva tasa se fijará a partir del precio medio del gas de mes anterior, por lo que la compañía aún no ha determinado el importe que supondrá en abril.
En las últimas dos semanas el precio del gas ha llegado a multiplicarse por cuatro y superar los 340 euros por MW/h tras la invasión rusa de Ucrania. Una escalada que se suma a una tendencia continua al alza desde hace varios meses y que está afectando a toda la industria cerámica española, el mayor productor de Europa en volumen y el segundo exportador mundial tras China.
Para el grupo castellonense ésta decisión busca garantizar tanto la viabilidad de la empresa como el empleo ante la crisis desatada en el mercado energético por la guerra en Ucrania. El grupo cerámico emplea a cerca de 3.000 trabajadores.
La medida afecta a todas las marcas del grupo Pamesa, que incluye enseñas como TAU, Navarti, Geotiles, Prissmacer, Ecoceramic o Azuliber, entre otras. Según explican desde la compañía, el grupo mantiene la producción de todas sus factorías y no se plantea de momento la paralización temporal de algunos de sus hornos. Una medida que desde la patronal del sector cerámico, Ascer, se considera que estudiarán muchas factorías ante la falta de rentabilidad que supone la escalada gasista.
Desde Pamesa también apuntan que los costes de electricidad, embalajes, esmaltes y otros productos necesarios para la fabricación de los azulejos han subido drásticamente durante un periodo muy breve de tiempo, lo que se suma al brutal aumento del coste del gas.
Asegurar materias primas
A este problema se suma, que la mayoría de las arcillas y feldespatos para el sector provienen de países extranjeros, entre ellos de Ucrania, lo que hace aún más delicada la situación para el gremio cerámico. Pamesa viene trabajando desde hace años para no depender de la importación de materias primas y en enero la Dirección General de Energía y Minas de Aragón, resolvió favorablemente el Proyecto de Explotación y de Restauración de Mina Elena por un periodo de 23 años de vida útil de la explotación.
Se trata de una mina de arcilla blanca con una superficie a explotar de 80,42 hectáreas y de la que el grupo extraerá un promedio anual de 600.000 toneladas para asegurar el aprovisionamiento de las materias primas tan necesarias para la producción de la cerámica.