Empresas y finanzas

La banca ganará 500 millones por cada cuarto de punto que suba el Euribor

  • Los analistas prevén que el índice llegue al -0,26% en 2023
  • El avance de la tasa de inflación apunta a adelantar el alza de tipos
Varias sucursales en una calle.

La sensibilidad del sector financiero a un alza del euribor es evidente en una cartera de hipotecas donde el 80% del stock está aún a tipo variable, pese a la predilección de los últimos años por las nuevas contrataciones a fijo. Con el debate sobre la mesa en Europa de una inflación creciente que puede desembocar en un alza de los tipos de interés por parte del Banco Central europeo (BCE) si escala al 2% para corregir los precios, la subida del euribor, que recoge de manera anticipada la de los tipos, se traducirá automáticamente en una inyección en el beneficio neto de la banca sin mover ni un dedo y con esto, también en una revalorización en el mercado.

Concretamente, y según las fuentes del sector financiero consultadas por este periódico, por cada subida de un cuarto de punto del euribor, el conjunto de las entidades de nuestro país ganarán 500 millones de euros más al año. En la actualidad, las entidades cotizadas del país suman un saldo vivo hipotecario de 513.000 millones de euros. De este volumen, según la Asociación Hipotecaria Española (AHE), el 80% está referenciado a tipo variable, es decir, unos 410.000 millones de euros. Una escalada del euribor de 25 puntos básicos supondría así unos ingresos extra de 1.000 millones de euros para el sector que, tras pagar los respectivos intereses, se traducirían en 500 millones más de beneficio neto.

De momento, y pese al debate de la inflación en la zona euro, que algunos analistas ya tachan de desmesurada, el consenso del mercado no recoge subida de tipos en Europa ni para 2022 ni para 2023, en línea con la política monetaria aún acomodaticia del BCE.

Sin embargo, con el euribor en la actualidad al -0,498%, las distintas casas de analistas sí esperan un alza para los próximos años, aunque sin llegar a situarse en positivo. Desde Alantra prevén que el euribor se sitúe en el -0,45% para 2022 y en torno al -0,4% para 2023. No obstante, desde Bankinter son más optimistas y esperan un -0,4% para el año que viene e incluso un -0,26% para el ejercicio posterior.

Eso sí, desde Moody's avanzan que el euribor no volverá a estar en positivo hasta, al menos, casi una década, trasladando la llegada del índice por encima de cero al ejercicio 2030.

Una inyección de 500 millones de euros en los resultados de la banca española, supondría que el sector ganaría en torno a un 3,4% más de lo previsto, atendiendo a las estimaciones de resultados para cierre de 2022. Los analistas prevén que la banca cotizada de nuestro país gane 15.075 millones para el próximo año.

A pesar de que la inflación en Europa tocó en agosto máximos de 2011, con un 3% en tasa interanual, el BCE mantiene que es transitoria y por tanto será lento en la retirada de estímulos y en una subida de tipos. Así, trata de evitar no repetir un error como el de 2011, cuando el organismo, entonces liderado por el francés Jean-Claude Trichet, anunció dos subidas de tipos (de 25 puntos básicos cada una) que prendieron la crisis de deuda soberana.

El BCE, comedido

Precisamente ayer, la presidenta de la institución, Christine Lagarde, aseguró que la tendencia actual al alza del nivel de precios es un fenómeno en gran medida temporal y que, aunque algunos factores (incremento del precio del petróleo, el fin de la reducción temporal del IVA en Alemania y los mayores costes derivados de la escasez de materias primas y equipos) podrían conducir a presiones más fuertes de lo esperado, hay "pocas señales" que apunten a que ese riesgo se materialice. La francesa recordó durante su intervención ante la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, que la inflación se situará por encima del 3% en otoño. Lagarde señaló que el impacto de estos factores debería disiparse a lo largo del próximo año en línea con las últimas previsiones de la institución, que apuntan a una inflación del 2,2% este año, del 1,7% en 2022 y del 1,5% en 2023.

Por contra, los mercados vigilan con lupa la inflación pese a los mensajes de los supervisores europeos, que pueden quedarse en mera postura de calma y verse rotos por el empuje de las políticas de EEUU. La Reserva Federal (Fed) ya adelantó la semana pasada que habrá la primera subida de tipos a finales del año que viene y que si la economía sigue avanzando como se prevé comenzará a relajar los estímulos puestos sobre la mesa para atajar los efectos de la pandemia, reduciendo primero las compras de deuda. La previsión de la tasa de inflación en el país norteamericano ha aumentado casi un punto del 3,4% al 4,2%. Aunque la Fed alerta de que la inflación es elevada, por encima del 2%, por otra parte, también apunta a que se debe a factores transitorios y estacionales.

Viento a favor

La banca europea, y con ella la española, tiene buenos augurios por delante si finalmente el alza de la inflación se materializa en una subida anticipada de los tipos de interés. A este impulso que le dará a sus cuentas y en el mercado, se le sumará otro que está a la vuelta de la esquina. El sector financiero espera con impaciencia a que el Banco Central Europeo (BCE) levante el próximo día 30 de septiembre la restricción al reparto de dividendos. Desde el pasado mes de diciembre, la banca solo puede distribuir el 15% de su beneficio de 2019 y 2020 entre los accionistas, veto suavizado después de que en marzo del año pasado, con el estallido de la pandemia, el BCE recomendará no repartir ningún dividendo para reservar el mayor capital posible para afrontar la pandemia y financiar la economía. Con el fin a la limitación, la banca española se prepara para repartir un dividendo de 7.350 millones de euros entre sus socios a cargo del ejercicio 2021. La previsión del consenso de Factset es que las entidades ganen 15.500 millones de euros a cierre del año.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky