Unicaja y Liberbank han celebrado este miércoles sus respectivas juntas de accionistas, en las que los socios aprobaron la fusión con un respaldo del 99,99% en el caso de los de la entidad andaluza y del 99,8%, en el caso de los asturiana. A partir de ahora, se da el pistoletazo de salida para crear el quinto mayor banco del país. El presidente de Unicaja, Manuel Azuaga, informó de que la fase de integración comenzará a inicios del segundo semestre de este año.
El objetivo de la nueva Unicaja es pagar un dividendo del 50% del beneficio, siempre que el Banco Central Europeo (BCE) levante la limitación que estableció el pasado diciembre de distribuir solo el 15% del beneficio de 2019 y 2020 por la pandemia y que dura hasta septiembre. El grupo andaluz, de forma independiente, dará un dividendo de 16,9 millones a cargo de los resultados de 2020, en dos tramos, uno de 11,54 millones en abril y otro de 5,36 millones, que se pagará una vez quede inscrita la fusión. De este segundo tramo se beneficiarán también los accionistas de Liberbank que reciban acciones de Unicaja como consecuencia del canje de la fusión, siempre que se mantengan como accionistas a la fecha del pago del dividendo.
Por su parte, los accionistas de la entidad de origen asturiano aprobaron la distribución de un dividendo, también a cargo del resultado del año pasado, de 7,86 millones, que se repartirá el 16 de abril.
Los socios también dieron luz verde a que la entidad andaluza pueda realizar una ampliación de capital por un máximo de 1.075 millones de euros para poder ejecutar el canje de la fusión por absorción. La ecuación de canje se cerró con un 59,5% a favor de Unicaja y un 40,5% a favor del grupo asturiano. Así, los accionistas de Liberbank recibirán una acción del banco andaluz con valor de un euro por cada 2,7705 títulos de la entidad asturiana.
El presidente de Unicaja, Manuel Azuaga, explicó que aprobada la fusión por parte de las juntas, a continuación se completarán los procesos para el cumplimiento de las condiciones a las que la misma se sujeta, que requieren pronunciamientos de la CNMC, la CNMV, el Banco de España, el BCE, la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones y de la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, a quien corresponde autorizar la fusión. No será hasta ese momento cuando, cumplidas las condiciones suspensivas y formalizada la fusión, podrá procederse a efectuar los trámites administrativos oportunos para materializar el canje, hecho que se estima pueda efectuarse a inicios del segundo semestre del presente ejercicio, instante a partir del cual se iniciaría la fase de integración operativa de las entidades.
Sin datos de ajustes
El presidente de Unicaja dijo que aún es pronto para conocer cómo afectará el proceso de fusión a la reestructuración de los empleados. "Las entidades darán cumplimiento a sus obligaciones de información y consulta a la representación legal de los trabajadores, conforme a la normativa laboral", puntualizó. Los distintos analistas y expertos apuntan a una reducción de la plantilla de entre 1.000 y 2.000 trabajadores, entre el 10% y el 20% de la entidad combinada.
Por su parte, el consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez, defendió la operación al asegurar que el banco presenta incertidumbres, principalmente, sobre la rentabilidad y que se han visto acentuadas por la pandemia. "Un sistema en el que, además, se están alterando los esquemas de competencia con competidores tecnológicos y con la irrupción de finanzas sostenibles", dijo. El presidente de la entidad, Pedro Rivero, aseguró que el objetivo de la fusión responde a la necesidad de anticiparse a los retos de un entorno económico que está generando unas dificultades sin precedentes. "Responde a las expectativas trasladadas por el BCE por cuanto se trata de una fusión basada en un plan de negocio creíble y que cumple con estándares elevados de gobernanza y de gestión de riesgos", matizó.
Uno de los motivos detrás de la consolidación del sector es la búsqueda de rentabilidad. Según Menéndez, la nueva entidad alcanzará un retorno sobre el capital tangible (ROTE) del 6% en el año 2023.
Calculan, asimismo, un ahorro anual de costes de 192 millones, tras destinar 1.200 millones a costes de reestructuración, y alcanzar un capital de máxima calidad (CET1 fully loaded) del 12,5%.
El nuevo banco nace con una tasa de mora del 3,6%, "la segunda mejor entre las cotizadas", afirmó Menéndez. Se estima un incremento del BPA (beneficio por acción) del 57% para Unicaja de cara a 2023 y del 43% para Liberbank.
Nuevo consejo
Además, las juntas también aprobaron el consejo de administración de la nueva Unicaja (el banco fusionado mantendrá el nombre del grupo andaluz), que contará con 15 miembros, nueve de Unicaja y seis procedentes de Liberbank. El actual presidente del grupo andaluz, Manuel Azuaga, será presidente ejecutivo del nuevo grupo, y el consejero delegado del asturiano, Manuel Menéndez, ocupará el mismo cargo en el banco fusionado.
Entre las novedades, entra como consejero independiente por parte del grupo andaluz Manuel González Cid, que fue director financiero de BBVA y asesor sénior del fondo Cerberus, y queda fuera del órgano Luis Masaveu, representante de la familia asturiana en Liberbank que tiene el 5,7% de la entidad.