Unicaja ha puesto en marcha un nuevo plan de prejubilaciones a partir de los 58 años para adelgazar la red, en plena fusión con Liberbank y con el objetivo ganar eficiencia. La entidad inició este nuevo proceso el pasado mes de septiembre, tan solo una semana antes de que ambos bancos anunciaran a la Comisión Nacional de Valores (CNMV) que habían iniciado los contactos preliminares para su unión. El plan de salidas se ejecutará a lo largo de 2021 y 2022 y se ofrece a los empleados desde el 73% del salario neto.
La entidad ya ha realizado varios planes de bajas voluntarias similares con anterioridad. En enero de 2016, Unicaja abrió un proceso de prejubilaciones a partir de los 58 años que se cerró dos años después. Asimismo, en diciembre de 2018, coincidiendo con el primer intento de fusión de los dos grupos, el banco de origen andaluz abrió un segundo proceso de prejubilaciones a tres años con el objetivo de reducir unos 960 empleos, lo que suponía en torno al 13% de la plantilla que el banco tenía por la fecha.
En esta ocasión, la entidad no ha hecho público el número de trabajadores que persigue disminuir, pero será algo inferior al de 2018. No obstante, cabe destacar que casi el 36% de la plantilla del grupo que encabeza Manuel Azuaga tiene más de 50 años, un nivel algo superior al de Liberbank, donde el 29,5% del grueso de la plantilla supera dicha edad. Desde el grupo financiero persiguen con esta modalidad de salidas y siempre tras una negociación sindical, que las marchas sean lo menos traumáticas posibles.
Unicaja y Liberbank afrontarán unos ajustes globales de 1.200 millones para ejecutar la fusión con el objetivo de ahorrar 192 millones de cara a tres años, el 20% de los costes de la entidad combinada. De forma segregada, los bancos destinarán 540 millones a integrar la red y eliminar duplicidades, compuesta por 1.600 oficinas y más de 9.800 empleados. Dentro de esta partida, ya se contempla los planes de salida de la entidad andaluza.

Los grupos han descartado cifrar los futuros recortes, aunque los analistas prevén el cierre de unas 300 sucursales y la salida de unos mil trabajadores. Tras los ajustes, el banco quedará con un ratio de capital de máxima calidad (CET 1 fully loaded) del 12,4%, el más elevado entre los bancos cotizados.