
Ryanair ha transportado 500.000 pasajeros en febrero, el 5% que hace un año, cuando movió 10,5 millones de personas, y casi un 62% menos que en enero, cuando la tercera ola de coronavirus ya había obligado a los países de la Unión Europea a cerrar el paso a los turistas británicos y a Reino Unido a imponer de nuevo cuarentenas.
La cifra es la más baja registrada por la aerolínea desde la reapertura de las fronteras a finales de junio de 2020, cuando movió 400.000 viajeros por el Viejo Continente y está muy lejos del máximo de siete millones de pasajeros de agosto, mes en el que la irlandesa reforzó su oferta y redujo precios para reactivar la demanda. Plan que se vio truncado por la segunda ola de la pandemia, que obligó a los hoteles a cerrar en septiembre.
En los últimos meses Ryanair ha ido reduciendo su capacidad poco a poco hasta el mínimo de registrado en febrero y ha evitado publicar la operativa de la temporada de verano, limitándose a anunciar que en el próximo invierno (octubre 2021-marzo 2022) operará más de 700 rutas en el Viejo Continente. En este punto, cabe destacar que el sector aéreo asume que volará con capacidad muy bajas hasta, al menos, abril debido a las restricciones a la movilidad y el ocio impuestas por los distintos gobiernos europeos para contener los contagios y las nuevas cepas mientras se avanza en la vacunación.
Así, gran parte del descenso de la actividad de Ryanair, líder de Europa en tráfico de viajeros, responde a una drástica suspensión de la capacidad ofertada. No en vano, la ocupación media de los aviones ha subido al 78%, la mayor registrada desde que estalló la pandemia del coronavirus aunque está muy lejos del 92% de hace un año. Por ejemplo, en enero de 2021 llevó los aviones al 68% tras transportar 1,3 millones de pasajeros, lo que muestra un deterioro en la demanda y auge de las cancelaciones.
De todas formas, la aerolínea de bajo coste ya había recortado su capacidad drásticamente en el primer mes del año, al menos en España, su tercer mercado. En concreto, según los datos de Aena, Ryanair realizó 3.880 operaciones, el 19% de las registradas en enero de 2020 y un 29% menos que en diciembre. Este ajuste llevó a la irlandesa a transportar 256.881 pasajeros, un 90% menos.
"Ryanair espera que las restricciones impuestas y la exigencia de viajar con un test negativo reduzcan los horarios de vuelo y el tráfico hasta Semana Santa. Por lo tanto, el pronóstico de tráfico del Grupo para todo el año fiscal (finaliza en marzo) se reduzca a una horquilla de entre 26 y 30 millones de pasajeros", explica la low cost que, antes de Navidad, espera mover algo menos de 35 millones. En sus nueve primeros meses del ejercicio (abril-diciembre) los ingresos cayeron un 79% a los 1.517 millones de euros y perdió 731 millones. En el ejercicio completo prevé registrar unos números rojos de hasta 950 millones antes de partidas excepcionales.