
La caída del euribor a mínimos y la guerra por captar clientes está provocando un descenso generalizado de los ingresos que la banca logra por su negocio más tradicional y básico, la concesión de créditos y la gestión de los depósitos. Tal es así, que a finales de 2020 solo el Sabadell ha conseguido mantener el rendimiento que obtiene por los usuarios por encima del 2% en nuestro país.
En concreto, según los datos publicados por todas las entidades, el grupo catalán tiene un margen de clientes del 2,19%, una cifra que se aleja considerablemente de la rentabilidad que sacan Bankia, Unicaja o Liberbank, que ronda ya el 1,5%. Pese a sacar mejor provecho por los créditos y los depósitos, el Sabadell registró el año pasado la mayor caída de esta variable, fundamental para acumular ingresos con los que cubrir costes operativos y las provisiones necesarias para el alza de la morosidad que se avecina.
Su margen de clientes descendió en más de 30 puntos, como consecuencia del desplome de los tipos medios que pagan sus clientes españoles por los préstamos, que descendieron del 2,72% al 2,26%. Eso sí, la entidad presidida por Josep Oliu, compensó parte de este hundimiento con una rebaja considerable de las tasas que abona por las cuentas a la vista, corrientes y las imposiciones a plazo, del 0,19% al 0,07%.
En 2019, CaixaBank y BBVA también contaban con rentabilidad medias del 2 o más por el negocio crediticio y del ahorro tradicional, pero el año pasado perdieron este umbral. CaixaBank lo hizo de manera más contundente, ya que su margen pasó del 2,19% al 1,89% por las menores tasas en la financiación derivadas de la caída del euribor. En el caso de BBVA, pasó del 1,99% al 1,83% por dicho motivo.
El banco que mejor defendió su margen de clientes fue el Santander, del 1,89% al 1,81%, y lo hizo gracias a una rebaja considerable del coste de los depósitos, en parte por el fin de la denominada Cuenta 1,2,3, que ofrecía emolumentos atractivos a los usuarios.
Bankia, como consecuencia de la herencia hipotecaria de las antiguas cajas que conformaron el grupo, es la entidad que menor margen obtiene. Un rendimiento que ha bajado en los últimos doce meses como consecuencia del derrumbe del euribor. La rentabilidad de sus clientes se sitúa por debajo del 1,5%, debido al descenso en los tipos en la cartera crediticia.
Para contrarrestar los tas en negativo y su consecuente repercusión en los ingresos financieros, todo el sector está impulsando un alza en las comisiones que cobran a los usuarios, sobre todo aquellos que están menos vinculados, además de acelerar el recorte de los gastos a través de cierres masivos de sucursales y despidos de plantilla. En 2020 eliminaron 11.000 empleos y el 6% de las oficinas.