
Bankia cerrará su último ejercicio de vida con un desplome del beneficio del 65% según el consenso de los analistas, debido a las provisiones para hacer frente a la subida de la morosidad que se avecina por la pandemia y el efecto de los tipos de interés en negativo.
El grupo financiero publicará este jueves los resultados de 2020, que pondrán punto final a su existencia antes de que sea absorbida por CaixaBank, una operación que se espera que se cierre antes de marzo. El mercado estima que las ganancias de la entidad nacionalizada se limiten a 191 millones de euros frente a los 541 millones de 2019, y su ratio de rentabilidad sobre recursos propios baje del 1%.
En el cuarto trimestre Bankia logrará, según las expectativas, 21 millones de beneficios, aunque hay algunas firmas de análisis que prevén un peor comportamiento. Barclays considera que entre octubre y diciembre el banco podría incurrir en pérdidas.
Los números finales dependerán, principalmente, de las dotaciones que haya realizado en la recta final de 2020 para cubrir posibles deterioros futuros. Hasta septiembre, Bankia duplicó su hucha de dotaciones, hasta los 845 millones, de los cuales 465 millones correspondieron a una reserva anticipada contra el Covid-19.
El consenso anticipa en sus cifras que la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri contará en el último trimestre del año con las plusvalías cercanas a los 130 millones por la venta de la depositaría, algo que mejorará su resultado, además de por un aumento en los ingresos por comisiones. Se espera que esta partida cumpla con los objetivos anunciados por el propio banco y crezca un 10%.
Sin embargo, al igual que las provisiones, los ingresos por créditos y depósitos se verán mermados sustancialmente, en torno un 6%, por los nuevos mínimos del euribor.