José Ignacio Goirigolzarri será presidente de la nueva CaixaBank-Bankia. Con ésta será la tercera oportunidad que el banquero consigue ascender a lo más alto de la cúpula de una entidad. Templado y amable de carácter, apasionado del Athletic de Bilbao y aficionado a la filosofía, será el responsable de comandar, con funciones limitadas eso si, junto a Gonzalo Gortázar el mayor grupo financiero del país. Llegó a ser número dos del BBV en 1992 y BBVA en 2001. En 2012 tomó el mando de Bankia tras su rescate. Y ahora se coloca en lo alto del campeón nacional que surgirá con la integración.
La carrera de este ejecutivo, de 66 años, está ligada al mundo financiero desde sus inicios, por lo que se le puede considerar un banquero de raza. Inició su carrera profesional en 1978 en el antiguo Banco Bilbao, tras estudiar Económicas y Empresariales en la Universidad de Deusto. Pronto comenzó a asumir responsabilidad, hasta que en 1992 se convirtió en director general de la entidad vasca, que por aquel entonces ya se había fusionado con el Vizcaya y era uno de los siete mayores bancos del país.
Ocupó el cargo hasta que en el año 2000 se produjo la integración de esta entidad con Argentaria. Vivió de primera mano las luchas de poder de este conglomerado por la bicefalía en el poder y la salida de sus mentores del denominado clan Neguri, como consecuencia del escándalo de los fondos de Jersey. Entonces, Francisco González tomó el timón de la que era la primera entidad de España y confió en él para ostentar el puesto de consejero delegado, hasta que en 2009, se retiró por desavenencias con una indemnización de más de 69 millones euros de una tacada. González y Goirigolzarri tenían constantes enfrentamientos por la visión del negocio y éste último intentó alzarse con la presidencia, Su ascenso se frustró con una destitución tras la ampliación de la edad de jubilación de González para continuar en el trono.
Como número dos de BBVA llevó a cabo toda la internacionalización del banco en Latinoamérica y Estados Unidos, una tarea que ya había iniciado con BBV. De aquellos años, que fueron dorados para el sector, data la gran compra de la entidad azul, el mexicano Bancomer. Durante la pasada crisis, la franquicia azteca fue el salvavidas de la firma que hoy preside Carlos Torres. También destaca la adquisición de Compass en Texas, hoy la cuarta filial de BBVA.
Pero, asimismo, tuvo iniciativas que nada provechosas, como la aventura China, que supuso pérdidas millonarias, aunque fuentes financieros siempre han señalado que el desembarco en el gigante asiático fue una decisión personal de González.
Al rescate de Bankia
Goirigolzarri vivió los primeros compases del crash en su casa, escribiendo en un personal, caminando por la montaña y leyendo, ajeno al mundo empresarial, pero fue llamado por el Gobierno de Rajoy en 2012 para levantar la nacionalizada Bankia. Con antelación había rechazado la propuesta del entonces presidente de esta entidad, Rodrigo Rato, de ser su número dos. Aceptó la difícil misión encomendada por el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos (ahora vicepresidente del BCE) de levantar la antigua Caja Madrid, fusionada con Bancaja y otras cinco pequeñas entidades, aunque para ello, se dio una cartera de 24.000 millones de ayudas públicas.
Pasados ocho años, el banquero vasco cuenta con su cuarta oportunidad profesional en lo más alto de una gran entidad, tras no lograr haber mantenido en solitario consecuencia de la crisis del coronavirus. Se coloca al frente la nueva CaixaBank, aunque con cargo con responsabilidades más limitadas.Se espera que bajo su control estén las áreas de Comunicación, Auditoría Interna y Secretaría General.
En los próximos años, este ejecutivo respetado por todos en el sector y admirado por su manera de gestionar, tendrá que comandar junto a Gortázar el nuevo campeón nacional y hacer de él un banco eficiente y rentable. Para ello, tendrá que ejecutar una reestructuración masiva de empleados sin que suponga conflcto laboral. Ya lo consguió cuando llegó a Bankia gracias a su talante conciliador y su defensa por la motivación en los equipos.
A lo largo de su trayectoria profesional, Goirigolzarri ha compaginado su principal oficio con otros puestos. Ha sido consejero y vicepresidente de Telefónica, entre 2000 y 2003 debido a la participación que ostentaba BBVA en la operadora, vicepresidente de Repsol y presidente de la Fundación Consejo España-EEUU, del que ahora es patrono de honor. En la actualidad es consejero de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), cargo que desempeña desde 2004 y patrono de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE).