Iberia ha cerrado la compra de Air Europa al grupo Globalia por unos 500 millones de euros a pagar a partir del sexto año, según ha informado la marca de IAG en un comunicado. El precio finalmente pactado supone una rebaja del 50% respecto del acordado el noviembre de 2019, cuando Luis Gallego, presidente de Iberia por aquel entonces, y Javier Hidalgo, consejero delegado de la aerolínea, anunciaron la venta de Air Europa por 1.000 millones de euros. En este momento, la compañía de Globalia apenas tenía deuda y ganaba dinero, mientras que a cierre de 2020 acumulaba una deuda de 500 millones y unas pérdidas superiores a los 400 millones. A los compromisos que tendrá que asumir Iberia en unos años se suman los pasivos por arrendamiento operativo de los aviones que ascienden a 1.600 millones de euros.
El acuerdo se ha firmado en los primeros minutos de este miércoles, tras lo que se ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) mediante un Hecho Relevante. A partir de ahora, la operación queda pendiente del visto bueno de la Autoridades de la Competencia de la Unión Europea, aunque se prevé que quede sellada en el segundo semestre de este año.
Iberia espera que las sinergias que generará la operación a nivel de costes e ingresos alcancen su pleno rendimiento en 2026. De hecho, la compradora confía en que Air Europa ya contribuya positivamente a los resultados de la compañía en el primer año completo tras cerrarse la adquisición.
Gallego, actualmente consejero delegado de IAG, ha destacado que "formar parte de un gran grupo es la mejor garantía para superar los desafíos del mercado actual", mientras que Hidalgo ha resaltado que la fusión "es la mejor forma de recuperar el turismo, el transporte en España y el hub de Madrid".
Más de un año de negociaciones
Los nuevos términos del acuerdo derivan de la situación provocada de la pandemia de coronavirus y su impacto en la industria de la aviación, que ha hundido el tráfico de pasajeros en España un 72% en 2020 y que todavía está muy lejos de recuperarse poniendo al sector al borde de la quiebra. Así, según los últimos datos publicados por Eurocontrol, el tráfico aéreo es enero un 35% del registrado un antes y Barajas opera a un 30% de su capacidad.
Ante la paralización del sector, ambas partes comenzaron una renegociación del acuerdo que se adaptara a las circunstancias económicas, lo que desde IAG catalogaron como convertir el acuerdo precovid en uno posCovid. Es más, Gallego aseguró en más de una ocasión que si no se pactaba una rebaja sustancial de las condiciones no se llevaría a cabo la operación.
La complicada situación, que ha dejado prácticamente sin ingresos al sector, ha tenido un notable impacto en las cuentas de Air Europa, que se ha visto obligada a pedir un rescate de 475 millones de euros al Gobierno para evitar quebrar, una circunstancia que llevó a la compañía de IAG a dejar en el aire la operación debido a las duras condiciones impuestas desde el Ejecutivo, que abrió la puerta a suavizarlas si la operación se cerraba. Así, la compañía sigue condicionando la operación a este punto y ha señalado que su ejecución definitiva "está sujeta a próximas negociaciones con la SEPI en relación con las condiciones no financieras asociadas al apoyo financiero proporcionado a Air Europa durante 2020".
La compañía de IAG condiciona la operación a que cambiaran las normas del rescate
No obstante, desde Iberia han mantenido en todo momento su convicción de que la operación es beneficiosa estratégicamente, ya que permite la creación de un gran 'hub' en Madrid y al sumar rutas y capacidades.
En concreto, el punto que más preocupaba a la aerolínea que preside Javier Sánchez-Prieto es el derecho de veto que se ha arrogado el Ejecutivo para la toma de decisiones estratégicas, como los ERE o el tamaño de la flota, teniendo en cuenta que la compañía debe reducir su tamaño adaptar su oferta a un mercado mucho más pequeño durante años. En este punto, cabe recordar que el consejero delegado de IAG, Luis Gallego, ya ha señalado lo importante que es para la compañía no tener las manos atadas a la hora de tomar decisiones estratégicas. De momento, el Gobierno, a través de Sepi, ya tiene dos asientos en el consejo de administración de Air Europa.
Con la operación, en España, Iberia tomará el control total del gran hub del aeropuerto de Madrid-Barajas, y en Latinoamérica, reforzará su liderazgo en las conexiones con Europa, gracias a la compañía aérea del grupo Globalia que había emprendido allí plan de expansión. En principio, está previsto que Air Europa mantenga su marca.