Abengoa encara esta semana el final de la última prórroga dada por los acreedores y el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para cerrar un acuerdo de reestructuración.
El viernes, 15 de enero, concluye el plazo que se concedieron tras no poder rubricar antes del 31 de diciembre el plan de reestructuración por las reticencias del Gobierno a participar en la operación. Según fuentes financieras y gubernamentales, las negociaciones sobre la base del denominado Plan Vellocino siguen abiertas y la decisión final se adoptará en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos del viernes, previo informe del ICO.
Cada día que transcurre sin una solución la empresa deteriora su situación financiera
Hasta este martes, las incertidumbres seguían siendo máximas en relación a la posición que adoptará definitivamente el Ejecutivo. La opción de una nueva prórroga no se puede descartar tratándose de Abengoa, pero las partes consideran que el final, sea en un sentido u otro, ha de consumarse este viernes.
No en vano, cada día que transcurre sin una solución la empresa deteriora su situación financiera y operativa y el consejo de administración de la ingeniería sevillana, presidido por Juan Pablo López-Bravo -que sigue sin nombrar un nuevo consejo en Abenewco 1 tras la dimisión en bloque del viernes-, ya advirtió el pasado 23 de diciembre que si la no ejecución del plan antes del 31 de diciembre conduciría a la compañía a su liquidación.
La negativa del Ejecutivo regional y la rebelión de los accionistas llevaron al Gobierno a retener la firma antes del 31 de diciembre
El plan de reestructuración, diseñado por el equipo del cesado Gonzalo Urqujo se firmó el 6 de agosto con el visto bueno del ICO, los bancos y los principales acreedores. En septiembre se sumaron el resto de acreedores, pero la Junta de Andalucía se descolgó al no aportar los 20 millones de euros que había comprometido e impidió la rúbrica definitiva antes del 30 de septiembre.
En diciembre el Santander aceptó asumir los 20 millones, pero la negativa del Ejecutivo regional a ayudar a una empresa andaluza y la rebelión de los accionistas minoritarios, que amenazan con acudir a los tribunales si el plan que les diluiría drásticamente en Abenewco 1, la nueva Abengoa, sale adelante, llevaron al Gobierno a retener la firma antes del 31 de diciembre y darse un periodo adicional para decidirse. Si no hay acuerdo ni prórroga este viernes, las opciones discurren por solicitar el concurso de acreedores o abordar una negociación alternativa con los accionistas para reformular el Plan Vellocino.
El plan de los minoristas
Los minoritarios, que se han unido y se han convertido a través de la Sindicatura en los mayores inversores de Abengoa con más del 15% del capital, exigen un porcentaje en Abenewco 1 de entre el 20% y el 38,5%, en lugar del 2,7% que contempla Vellocino -siempre que la matriz no quiebre, lo que cada vez parece más improbable-. Esta vía, que ha sido ofrecida por la plataforma AbengoaShares sin respuesta por parte de los bancos ni del ICO, podría obtener llegado el caso el visto bueno del Gobierno en aras de priorizar la paz social, pero por el contrario complicaría la aceptación por parte de los bancos y los fondos al perder participación en Abenewco 1, la empresa que ya tiene todos los negocios y activos del grupo andaluz.
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