La fusión de Unicaja y Liberbank entra en el tiempo de descuento y el mercado ya ajusta la ecuación de canje en el 57% a favor del grupo andaluz y el 43% para el asturiano. Ambos grupos juegan ahora los segundos finales, en los que rematan los flecos del acuerdo, nada irrelevantes, como la gobernanza y el peso de cada banco en el consejo de administración, lo que podría alargar el minuto final del partido con algún que otro tiempo muerto hasta dejar finiquitado el marcador.
Ante esta posición, los respectivos consejos podrían dar finalmente luz verde a la unión entre la próxima semana y la previa al periodo navideño. Hasta entonces, cuando ambas entidades hagan público el canje de la operación, su cotización en bolsa atribuye 57% del capital a favor de Unicaja y el 43%, a Liberbank. Y éste no se ha movido desde que el mercado recogió la posibilidad de una recuperación más temprana de la economía ante la aparición de la primera vacuna por cuenta de Pfizer. Fue el pasado 9 de noviembre cuando el canje entre los dos bancos era exactamente el mismo. En la primera de las fusiones anunciadas este año, entre CaixaBank y Bankia, los inversores arbitraron a la perfección la operación, con un canje que finalmente se cerró en un 25,8% a favor de la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri y el 74,2% restante para la catalana.
En el caso de esta fusión, el mercado cuenta con un track record muy superior, desde el primer intento que protagonizaron los dos conglomerados de cajas entre finales de 2018 y principios de 2019. Por aquel entonces el mercado comenzó a telegrafiar la operación un 12 de diciembre con un 58,2% favorable a Unicaja, quien siempre se ha acercado, tanto por volumen de activos como por capitalización, al 60%, una aspiración que dio al traste con su fusión la primera vez ante la negativa de Liberbank.
En los últimos dos años, los mínimos de la bolsa española en marzo generaron la mayor desigualdad por capitalización entre ambas entidades, otorgando a Unicaja hasta un 70% del capital del nuevo banco, aunque las conversaciones para lograrlo no se retomaron hasta el pasado mes de octubre.
Fuentes del sector financiero confiesan que llevan "semanas esperando" el anuncio de la operación, aunque sugieren que quien quiera "invertir en la fusión puede comprar acciones de cualquiera de las dos entidades que van a fusionarse". En el rally que protagonizan las bolsas desde la presentación de la vacuna de Pfizer, ambas entidades suman de manera conjunta 400 millones de euros más de capitalización, aunque es Unicaja la que más se ha revalorizado en el mercado -hasta un 30%- frente al 22% de Liberbank. La capitalización conjunta asciende 1.950 millones de euros, 280 millones menos que el exceso de capital que suman entre las dos. A cierre de septiembre, Unicaja notificó un capital CET1 fully loaded del 14,7%, lo que implica contar con 1.264 millones más de los requeridos por Fráncfort; y Liberbank, con una ratio del 14,1%, aporta otros 970 millones más.
Los analistas respaldan con sendos consejos de compra a ambas entidades con la diferencia de que la ex caja malagueña no contaba con tanto apoyo entre los expertos desde su salida a bolsa y la firma con sede en Asturias logra la mejor recomendación desde marzo.
Negociación
De momento, la due diligence (intercambio de la información entre las dos entidades) ya está acabada y ahora se remata la negociación, que pasa, entre otros aspectos, por ajustar la ecuación de canje final y la gobernanza. En este último aspecto, las conversaciones se extienden más allá de decidir quién será el presidente del nuevo grupo y el consejero delegado, cargos para los que siempre se ha apostado por Manuel Azuaga (Unicaja) como el presidente y Manuel Menéndez (Liberbank) como consejero delegado. Además, también se negocia la composición del consejo de administración y el número de representantes que tendrá cada banco en el órgano.
Para terminar de ajustar la ecuación, ambas entidades han puesto sus respectivos puntos fuertes sobre la mesa. El grupo andaluz destaca su solvencia y la cobertura de sus activos improductivos (créditos dudosos más adjudicados) que alcanza el 64,5%, frente al 51% del banco de origen asturiano.

Por su parte, Liberbank saca pecho de su dinamismo comercial (es de las pocas entidades que eleva el margen de intereses) y el incremento del saldo vivo crediticio, gracias a la comercialización de hipotecas, cuya cartera, con 14.700 millones de euros, ya sobrepasa a la de Unicaja. El banco que encabeza Menéndez puso en marcha hace cuatro años un proceso de reestructuración hipotecaria por el que alcanzó acuerdos con promotores para la difusión de su producto y, de otro lado, generó un proceso más ágil, permitiendo darle al cliente una respuesta más rápida a su solicitud. La entidad ya vende una de cada diez hipotecas que se dan en Madrid, a pesar de tener una cuota de mercado del 2% a nivel nacional.
La fusión de ambos bancos creará el cuarto bancos del país, con unos activos de 109.000 millones y una cuota de mercado del 5% en depósitos y del 4% en créditos.
Sinergias
El mercado ve la unión de Unicaja y Liberbank como la boda perfecta por su u. Unicaja tiene mayor presencia en Andalucía y Castilla y León, y Liberbank destaca en Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha y Extremadura. Sin embargo, lo que parece una ventaja, se traduce en menores duplicidades y por tanto, ahorros. El nuevo grupo pretende obtener unas sinergias anuales de 150 millones en 2023. Parte del ahorro vendrá del ajuste de en torno al 10% de la red, lo que implicaría 1.000 salidas, pero sobre todo del recorte de plantilla en los servicios centrales, junto a la mejora de la eficiencia por la digitalización. Los costes de reestructuración podrían alcanzar los 300 millones.