Empresas y finanzas

El impuesto de las hipotecas AJD le cuesta a la banca 600 millones de euros al año

  • El Gobierno trasladó en diciembre de 2018 este gravamen a las entidades
  • Los bancos de CECA aportaron más de 5.000 millones al fisco en 2019
Varias sucursales en una calle.

El sector financiero incrementó en unos 600 millones de euros su aportación al fisco en 2019, tras tener que asumir el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD) que grava las hipotecas y que, antes de finales de 2018, lo pagaban los clientes. Las entidades asociadas a la Confederación Española de las Cajas de Ahorro (CECA), que son las antiguas cajas de ahorro entre las que están CaixaBank, Bankia, Unicaja o Liberbank entre otras, pagaron el año pasado 302 millones de euros por este tributo. CECA representa el 50% del mercado hipotecario, por tanto la contribución total de la banca española ascendería al doble, unos 600 millones.

Además, este impuesto tiene un importante impacto en la contribución tributaria de la banca, porque ya representa el 12% del total de los gravámenes que pagan. Cabe recordar que, en noviembre de 2018, el Tribunal Supremo determinó que debía ser el cliente el que abonara el IAJD, un impuesto que se pagan a las CCAA por la conformación de una hipoteca. No obstante, ante el revuelo que causó la sentencia, el Alto Tribunal, días después, rectificó e impuso el tributo a la banca.

A pesar del último fallo del Supremo y ante la inseguridad jurídica provocada y las quejas de los consumidores, el Gobierno acabó aprobando por decreto ley a finales de 2018 que tendrían que ser las entidades y no los clientes los que asumieran el impuesto.

El IAJD es el impuesto más alto que conlleva una hipoteca. La cantidad depende del importe del préstamo y de la comunidad autónoma, pero va entre el 0,5% y el 1,5% de la compraventa. Por ejemplo, para una hipoteca de 200.000 euros en Madrid, la cantidad asciende a 2.250 euros.

Contribución de la CECA

La CECA ha presentado esta mañana su informe anual sobre la contribución tributaria de los bancos asociados. A cierre de 2019, las entidades que están en la organización contribuyeron fiscalmente con 5.004 millones de euros, frente a los 4.997 millones de un año antes. Cabe destacar que los bancos de la CECA son las antiguas cajas de ahorros, mientras que la otra patronal bancaria, la AEB, representa al resto de bancos como Santander, BBVA, Sabadell o Bankinter, entre los de mayor tamaño.

La contribución fiscal de las antiguas cajas se divide entre los impuestos soportados, que asumen las entidades directamente, y los repercutidos, es decir, la recaudación que realizan para el Estado. Los impuestos soportados ascendieron a 2.610 millones en 2019, frente a los 2.500 millones de un año antes. En esta parte, entra la tributación del IVA, que ascendió a 630 millones de euros, y que en el caso del sector financiero no es recuperable; a los que habría que sumar otros 154 millones por el impuesto sobre depósitos, grabados al 0,03%.

Por otro lado, los impuestos repercutidos fueron de 2.393 millones de euros el año pasado, frente a los 2.497 de un año antes. La recaudación fue menor por el contexto de tipos de interés en negativo que impide ofrecer rentabilidad a los inversores y clientes por sus depósitos, y se traduce en menor volumen de retenciones.

Al margen de los impuestos, la banca también asume otros costes que no están considerados tributos, pero que son fijos y les suponen un buen bocado en su cuenta de resultados. Las entidades asociadas a CECA aportaron 632 millones de euros al Fondo de Garantía de Depósito (FGD); otros 228 millones de euros al Fondo Único de Resolución (FUR) europeo y 16 millones, al Mecanismo Único de Resolución (MUS) europeo.

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