Empresas y finanzas

El Gobierno 'engordará' la deuda de Renfe y Adif en 3.830 millones en la pandemia

  • La crisis del covid hundirá en pérdidas a las empresas públicas en 2020 y 2021
Un tren de Renfe circula por las vías de Adif

Más gasto y más deuda. La receta del Gobierno de Pedro Sánchez para salir de la crisis generada por el coronavirus tiene su reflejo en las cuentas de las empresas ferroviarias, que, según los Presupuestos Generales del Estado (PGE), terminarán 2021 en números rojos y con un mayor pasivo al que hacer frente

En concreto, el Ejecutivo estima que Renfe y Adif alcancen una deuda de 25.701 millones a finales del año que viene, lo que engordará su pasivo en 3.830 millones en dos años marcados por la pandemia (cerraron 2019 con 21.871 millones de deuda a corto y largo plazo en el balance).

Renfe y Adif alcanzarán una deuda de 25.701 millones a finales del año que viene

El grueso del nuevo endeudamiento lo generará Adif Alta Velocidad a lo largo de año que viene ya que, según los PGE, pasará de tener una deuda a largo plazo de 16.815 millones a diciembre de 2020 a una de 18.315,5 millones a finales del próximo ejercicio. El pasivo a corto plazo se mantendrá estable en entorno de los 930 millones. Fuentes del gestor explican que tras este elevado aumento de la deuda se encuentra la necesidad de invertir en completar la red de alta velocidad, lo que implica impulsar los corredores Atlántico y Mediterráneo. Dos obras que, según el ministro José Luis Ábalos, "son prioritarias".

En este punto, Adif Alta Velocidad tiene previsto ejecutar inversiones por 3.012 millones en 2021, más del doble de los 1.472 millones de este año. En los Presupuestos del Ministerio de Transportes se contempla una inversión de 2.877 millones para el AVE y de 1.827 millones para la red convencional, que arrastra un gran déficit de mantenimiento. Pese a que ésta última partida se ha disparado (el gestor prevé ejecutar 728 millones en 2020), la deuda de esta empresa baja levemente.

El gestor impulsa la llegada del AVE a Barajas y es clave para los nuevos operadores y la lucha contra el CO2

Fuentes de Adif señalan que es prioritario completar la red de alta velocidad, deshacer cuellos de botella y llevar el AVE a Barajas para facilitar la llegada de los nuevos operadores, que están reclamando un acceso directo al aeropuerto. Además, tal y como defienden desde el gestor ferroviario, es una obra fundamental para reducir el uso del avión dentro de la Península y, por extensión, de las emisiones de CO2.

La entrada de la competencia y el aumento de los cánones (SNCF tiene previsto empezar a operar en el Madrid-Barcelona en Semana Santa si el covid y las restricciones se lo permiten) se recoge en el presupuesto de Adif AV de 2021 ya que, pese a que se prevé que la movilidad siga a la baja, apunta a unos ingresos de 1.152 millones, un 63,5% más. Así, calcula que los ingresos por los cánones recuperarán los niveles precovid y que las ventas por alquiler de locales, suministro de energía y otros servicios se dispare por encima de los 436,2 millones generados en 2019. Según las cuentas publicadas en los PGE, Adif Alta Velocidad cerrará 2020 con unas pérdidas de 487 millones, casi tres veces más que en 2019, y 2021 con un resultado negativo de 230 millones. En el primer semestre del año acumula números rojos por 219,14 millones.

La segunda ola del covid y la crisis económica están dejando obsoletas las previsiones de los PGE. Por ejemplo, el Gobierno espera que Aena cierre 2020 con pérdidas de 581 millones y que en 2021 vuelva a la senda de los beneficios. Una estimación que ya ha sido matizadas por el gestor aeroportuario, que asegura que los números han quedado desfasados y que no tiene visibilidad.

Renfe aumenta su deuda para hacer frente a las pérdidas y la compra de material rodante

Lo mismo pasa con Renfe. Los PGE recogen un resultado negativo de 204 millones para 2020, que ya ha sido superado en lo que va de año (pierde 333 millones entre enero y septiembre) y que no se prevé que mejore en la recta final del año. No en vano, ya ha vuelto a devolver el dinero de los billetes debido a los cierres perimetrales de las CCAA. En el caso de Renfe, las fuertes pérdidas por el covid y los planes para renovar y ampliar la flota (empezará a recibir los Avriles y tiene varias licitaciones pendientes), están detrás del fuerte aumento de la deuda que va a registrar entre 2019 y 2021. El Gobierno ya ha autorizado a operador ferroviario a concertar nuevas operaciones de crédito por valor de 1.000 millones de euros, un monto que parece que será insuficiente ya que la deuda del grupo va a subir en al menos 1.500 millones.

Así, Renfe, que es difícil que salga de pérdidas antes de 2023, cerrará el año que viene con una deuda a largo de plazo de 5.548 millones, 1.217 millones más que en 2020 y 1.900 millones más que los 3.479 millones con lo que cerró 2019. En este caso, parte del nuevo endeudamiento se va a utilizar para reducir la deuda a corto plazo (pagar o extender vencimiento), por lo el balance final se minora.

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