Empresas y finanzas

Los coches eléctricos deben representar la mitad de las ventas en 2030

  • La Covid-19 reducirá la demanda global de energía un 5% este 2020
  • La pandemia no afectará significativamente a la dinámica del mercado de petróleo
  • La energía solar, coronada como el nuevo "rey de los mercados eléctricos"
Recreación de recarga de vehículos eléctricos. Imagen: Archivo

Las ventas de coches eléctricos deben ser la mitad del total en 2030, frente al 2,5% de la actualidad, si queremos conseguir la neutralidad de carbono en 2050. Y las inversiones en energía limpia han de crecer desde los 380.000 millones de este 2020 hasta los 1,6 billones dentro de 10 años. Así lo apunta la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que no prevé cambios significativos en el mercado del petróleo por culpa de la pandemia y considera la energía solar "el nuevo rey de los mercados".

Según el World Energy Outlook de la AIE, presentado públicamente esta mañana, la crisis del Covid-19 tendrá un fuerte impacto en la demanda energética: en 2020 se reducirá un 5%, y su evolución en los años venideros dependerá de la fuerza de la recuperación económica y de las políticas de los estados. La tendencia apunta a dos posibilidades: si la pandemia se controla el año que viene, los niveles de 2019 se deberían recuperar en 2023; pero si no es así, y la recuperación es más lenta, la demanda no volverá al nivel del año pasado hasta 2025.

Dicho de otro modo: antes de la crisis sanitaria, la AIE auguraba una subida de la demanda energética global del 12% hasta 2030, pero ahora cree que oscilará entre el 9% y el 4%, dependiendo de la recuperación, y con grandes diferencias en las fuentes de energía.

Suceda lo que suceda, la demanda de carbón no volverá a ser la misma y su cuota global se quedará por debajo del 20% en 2050, un nivel anterior a la revolución industrial del siglo XVIII. El petróleo, por su parte, se mantendrá en los niveles actuales durante la próxima década, a menos que los gobiernos cambien radicalmente sus políticas: "no hay señal de un rápido descenso; la recuperación económica llevará pronto la demanda de crudo a niveles precrisis", sentencia Fatih Birol, director de la AIE.

Fatih Birol: "no hay señal de un rápido descenso de la demanda de crudo; la recuperación económica llevará pronto la demanda de crudo a niveles precrisis"

Birol no ve grandes cambios en la dinámica del mercado de crudo de la próxima década -las diferencias son de 4 millones de barriles diarios, sobre una demanda de un centenar-, pero sí advierte de la merma en el valor de las reservas de los países productores -del 24% al 34% hasta 2040-, con graves efectos para sus economías y sus estructuras sociales, y avisa de que sólo serán rentables los pozos baratos de explotar y con pocas emisiones de CO2.

Igualmente llama la atención sobre la evolución de la demanda de gas: mantiene unas expectativas de crecimiento del 30% durante la próxima década, pero por primera vez prevé que se reduzca a partir de 2040, y previene sobre fuertes oscilaciones en el mercado de GNL en los próximos dos o tres años, por culpa de la pandemia y su impacto regional.

La energía solar, nuevo "rey de los mercados"

Las renovables van a cubrir el 80% del aumento de la demanda eléctrica hasta 2030. "Veo la energía solar convertida en el nuevo rey de los mercados eléctricos", dice Birol, comentando las expectativas de la AIE de que la tecnología triplique su peso durante los próximos 10 años, "con la posibilidad de crecer mucho más rápido", gracias a sus bajos costes. Eso sí, hace falta un tremendo impulso a las redes eléctricas, y avisa de que la rentabilidad de los operadores está reduciéndose, dificultando la inversión.

Atendiendo al numeroso grupo de empresas y países que están planteando el objetivo de alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono para 2050, la AIE ha presentado un nuevo escenario prospectivo, denominado Cero neto en 2050, habida cuenta de que su anterior escenario más ambicioso, el del Desarrollo Sostenible, alcanzaba la neutralidad de emisiones hacia 2070.

Este nuevo escenario Cero neto considera que el grueso de los esfuerzos debe hacerse durante la próxima década, de modo que las emisiones de carbono se reduzcan un 40% en 2030. Para lograrlo, la producción de energía sin emisiones debe crecer desde el 40% de 2019 hasta el 75%, la producción de hidrógeno debe aumentar desde el medio millón de toneladas hasta los 40 millones de toneladas, los vehículos eléctricos vendidos deben ser la mitad de la flota global y hoy sólo son el 2,5%...

La inversión global en electricidad limpia debe cuadruplicarse desde los 380.000 millones de 2020 hasta los 1,6 billones de 2030, y habría que transformar la inmensa mayoría de las infraestructuras actuales -las energéticas y las demás, desde la industria a los edificios-, porque de otro modo no se evitará que la temperatura global quede por debajo de 1,5º centígrados a final del presente siglo, objetivo del Acuerdo de París. 

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