El cambio tecnológico en el que se halla inmersa la movilidad está abriendo las puertas de Europa a los fabricantes chinos de coches eléctricos, en cuya producción el gigante asiático aventaja sobremanera al Viejo Continente. Automovilísticas como Aiways, BYD, SAIC, Geely, Byton ya han lanzado sus vehículos en el mercado comunitario o están a punto de hacerlo. Pero España no se encuentra entre los países prioritarios para la distribución de sus coches, y así ocurre por un motivo principal: la pobre red de recarga del estado.
Según detalló el diario francés Les Echos, la compañía Aiways ya ha aterrizado en Europa, y otras seguirán sus pasos en cuestión de semanas. A mediados del verano, unos 500 todoterrenos eléctricos U5 de Aiways ya circularán por las carreteras de Córcega, alquilados por Hertz.
"Después de estas pruebas iniciales, empezaremos a vender en Alemania, seguida de Suiza, Francia, Noruega y los Países Bajos", explica al respecto Alexander Klose, jefe de operaciones internacionales del fabricante chino. Los pedidos se empezarán a tramitar en septiembre, y la entrega de los coches se producirá en invierno, superado el retraso provocado por la pandemia. "Esperamos vender unos cuantos miles de vehículos este año", agrega el mandatario, que obvia España entre los países elegidos para expandirse en Europa.
Julian Alfonso, presidente de Grupo Invicta Motors -con dos décadas de experiencia en la distribución de automóviles chinos, entre ellos modelos de Dongfeng- expone los motivos por los que los fabricantes de eléctricos del país orillan el mercado español. "Yo he estado en los despachos de algunas de las marcas chinas mencionadas, y ocurre así: nos tienen para la segunda o tercera oleada", asevera el empresario, que señala como causa principal "la poca red viaria electrificada para sus coches de alta autonomía".
"Además, es una red mal comunicada, con puntos señalizados que no existen o no están en funcionamiento. Los fabricantes chinos, que en muchos casos tienen sus centros de ingeniería y oficinas en Alemania para analizar desde allí el mercado europeo, no entienden lo que ocurre en España, no comprenden que el estado no actúe con más celeridad para solucionar este problema, y eligen otros países para vender sus modelos electrificados", sentencia.
En efecto, según el barómetro de la electromovilidad elaborado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) correspondeinte al primer trimestre de 2020, el "indicador de infraestructuras de recarga sobre la población motorizable" de España es de un 7,1 sobre un índice de 100, dato a años luz del 234,3 de Países Bajos o el 214,7 de Noruega, y también lejos del 20,4 de Francia, el 17,3 de Alemania, el 16,5 de Reino Unido o el 12,4 de Portugal.
Alfonso agrega además que "en muchos de los mercados mencionados los coches eléctricos no pagan IVA, y existen planes para la compra de forma perpetua, no con un presupuesto finito como ocurre en España. Países Bajos y Noruega, por ejemplo, tienen una política impositiva muy fuerte para atraer este tipo de vehículos, y son, en consecuencia, de los estados con una flota más electrificada".
Por su parte, Arturo Pérez de Lucía, gerente de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive), apunta que, más allá de la infraestructura para la recarga de automóviles eléctricos, la poca penetración de los fabricantes chinos en España responde "al tamaño del mercado respecto a otros países europeos". No obstante, recuerda que, "en el ámbito de los autobuses eléctricos, BYD ya ha cerrado acuerdos de compra con ayuntamientos como el de Madrid, al que acaba de suministrar 15 unidades de 12 metros".
Fabricantes chinos hacia Europa
Aiways, creada en 2017 en Shanghai, es solo uno de los muchos fabricantes de automóviles chinos que han puesto a Europa en su punto de mira en los últimos meses. Otros como Byton y Nio, empresas emergentes, anunciarán sus coches para el Viejo Continente a más tardar en 2021.
Y también se acercan grandes fabricantes asiáticos. Geely, el grupo que adquirió Volvo en 2010, se prepara para comercializar sus primeros Polestar 2 en Suecia y Noruega, antes de pasar a Alemania, Bélgica, el Reino Unido y los Países Bajos. Los primeros vehículos llegaron al puerto de Zeebrugge a finales de junio y las entregas se iniciarán en agosto. El fabricante también había anunciado, antes de la crisis sanitaria, la venta de su Lynk & Co Modelo 01 para este año.
Del mismo modo, BYD, originalmente un fabricante de baterías, acaba de lanzar su Tang SUV en Noruega, donde espera entregar los primeros vehículos en enero. SAIC, otro gigante de la industria, ya ha vendido varios miles de unidades de su todoterreno eléctrico MG ZS en Europa, donde lo lanzó a mediados de 2019. "Con 2.800 ventas en los primeros cinco meses de 2020, SAIC representó el 2% de las entregas de coches eléctricos en Europa", afirma el analista alemán Matthias Schmidt.
Además, se da la circunstancia de que los fabricantes chinos "se beneficiarán del auge de las subvenciones para vehículos limpios en ciertos mercados como Francia y Alemania, especialmente si pueden entregarlos sin demora", según afirma el analista Matthias Schmidt.