
Debacle. Esa es la palabra que mejor define lo que está pasando ahora mismo en el pequeño comercio debido a la crisis provocada por la pandemia. La llegada de la segunda oleada y la drástica ralentización del consumo en el sector, que está registrando una reducción de la actividad de hasta el 50% en muchos casos, han hecho saltar todas las alarmas. Según la Confederación Española de Comercio (CEC), las previsiones de cierre alcanzan a la mitad de los negocios a final de año, lo que supone la desaparición de casi 250.000 establecimientos y 600.000 puestos de trabajo.
La CEC, que agrupa a los pequeños y medianos comerciantes, acoge "con moderada satisfacción el acuerdo de prórroga de los Ertes alcanzado ayer entre CEOE, Gobierno y sindicatos y valora positivamente que el Ejecutivo haya renunciado finalmente a la sectorialización de estas ayudas, una postura que había mantenido hasta unas horas antes de la reunión y que suponía dejar fuera de la extensión de los Ertes a algunos sectores como el comercio, uno de los más afectados por la pandemia".
Sin embargo, la patronal quiere también mostrar su preocupación con otros puntos del acuerdo como es la no exoneración en las cuotas de la Seguridad Social para los Ertres que se encuentran actualmente vigentes, a diferencia de los nuevos expedientes para los que sí se contemplan exenciones decrecientes en función del mes y número de trabajadores. Para la Confederación, en un contexto tan complicado como el actual, es de vital importancia para el comercio que todos los negocios que se encuentren en una situación de vulnerabilidad puedan contar con esta protección.
Efectividad
La CEC muestra su preocupación por la efectividad de este acuerdo que, pese a suponer indudablemente un avance, por sí solo "difícilmente podrá frenar los cierres en cascada que ya se están produciendo en el comercio, por lo que reclama que, junto a estas nuevas medidas, se ponga en marcha también de forma urgente un plan estratégico de reactivación que evite una catástrofe en el sector".
A la espera de que se cierre el mes de septiembre, según el barómetro que elabora cada mes la patronal de comercio textil Acotex, en el mes de agosto las ventas han caído un 32,8%, incluyendo tanto las tiendas físicas como online, quedando el acumulado anual con un descenso del 41,1% con respecto a 2019.
Falta de liquidez
"Obviamente el motivo de la caída de las ventas continúa siendo la crisis sanitaria COVID-19, en la que estamos inmersos. A pesar de poder abrir las tiendas, más del 15% de los establecimientos todavía no han abierto sus puertas", aseguran en Acotex.
En la patronal del comercio textil recuerdan, además, que esta fuerte caída de las ventas se ha producido a pesar de haber llevado a cabo promociones muy agresivas, que no han permitido sin embargo que el consumo haya mejorado. Unos y otros alertan así de la falta de liquidez en las pequeñas y medianas empresas y aseguran que ya no hay dinero ni siquiera para hacer despidos.
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