
El sector textil se enfrenta a un cierre masivo de locales si no se establece un plan de ayudas una vez que acabe del confinamiento y se recupere la actividad. Eduardo Zamácola, presidente de Acotex, organización representante de las tiendas de ropa y complementos, advierte en una entrevista con elEconomista que "cuando abramos las tiendas, estimamos que habrá una fuerte caída de las ventas, con una reducción de los ingresos a fin de año del 50%, lo que hace insostenible el mantenimiento de todos los puestos de trabajos y pone en peligro alrededor de la mitad de los comercios".
Teniendo en cuenta que en España hay alrededor de 200.000 tiendas dedicadas a la distribución textil, eso significa que podrían cerrar un total de 100.000. "Las medidas anunciadas son insuficientes y las ayudas no están llegando", dice Zamácola. De este modo, la patronal reclama una condición en las rentas de sus alquileres y pagos de impuestos y tasas, al menos hasta fin de año, además de una recuperación posterior de las mismas de forma progresiva. Todo ello teniendo en cuenta que España no va a recibir turistas este próximo verano y que las previsiones de ventas son alarmantes.
Descenso de las ventas
Las previsiones de Acotex apuntan a que las ventas caerán un 70% el primer mes tras la vuelta a la actividad, previsiblemente en junio; un 60% el segundo, en julio, y hasta un 50% en los meses posteriores. Así, la recuperación está totalmente descartada, como mínimo, hasta el año que viene. Para Zamácola, la medida aprobada por el Gobierno de aplicar moratorias al alquiler de los locales comerciales "tampoco soluciona los graves problemas del sector". Según dice, "resulta absurdo porque es inviable aumentar aún más el endeudamiento de nuestras tiendas". Y en este sentido, insiste en que "necesitamos condonaciones de los pagos porque al no poder ejercer nuestra actividad nuestros ingresos son cero".
Para el presidente de Acotex, está claro que "si el Gobierno obliga a cerrar nuestros negocios es imprescindible que implemente medidas que garanticen nuestra supervivencia una vez que se recupere la actividad".
Del mismo modo, el sector del comercio textil confía en que antes de abrir sus tiendas, recibir un protocolo con las medidas sanitarias necesarias que garanticen la seguridad de los clientes y de los trabajadores. "El Gobierno tiene que tener previsto proporcionar a los establecimientos desinfectantes y medios de protección tanto para nuestro personal como para garantizar que nuestros productos".
En la misma línea que Acotex, la Confederación Española de Comercio (CEC), que agrupa a todo el pequeño comercio, ha reclamado también al Gobierno que establezca con carácter urgente un calendario aproximado de la reapertura escalonada del sector, con el fin, según dicen "de eliminar incertidumbre y contar con un margen de previsión que garantice su desarrollo con todas las garantías sanitarias".
La organización "considera de vital importancia para la economía adelantar en lo posible la apertura de los comercios, siempre primando la seguridad de consumidores y trabajadores". A tal fin, la CEC propone seguir el modelo que se está implantando en otros países, que han establecido primero la apertura de puntos de venta de hasta 400 metros cuadrados y de forma progresiva la de comercios de mayor superficie y centros comerciales. "Otra medida adicional en esa reapertura escalonada, puede ser la de empezar con horarios reducidos, que fueran ampliándose poco a poco", aseguran en la organización. De un modo u otro, el sector se enfrenta a una crisis sin precedentes en el último siglo.
La hostelería encara clausuras
El textil no es el único sector que se muestra crítico con las medidas adoptadas por el Gobierno y califica de insuficientes las ayudas puestas en marcha, que en muchos casos no están llegando a las empresas. La hostelería ha advertido también una caída drástica de las ventas que va a provocar de forma inmediata el cierre de 40.000 bares y restaurantes. Y eso siempre y cuando el sector pueda recuperar la actividad el próximo mes de junio. Para José Luis Yzuel, presidente de la patronal Hostelería de España, mantener el cierre, tal y como pretende Podemos, hasta diciembre, "significaría la ruina absoluta, con un cierre masivo de locales". El sector, que da empleo a 1,3 millones de trabajadores, prevé además numerosos despidos.