Empresas y finanzas

Los bonistas de Abengoa frenaron la entrada de dinero y la dejan al límite

  • Rechazaron el pacto con Taconic y King Street para venderles un arbitraje de 1.500 millones
  • Santander, Calyon y Bankia están dispuestas a dar crédito, pero exigen que haya más entidades
Gonzalo Urquijo, presidente de Abengoa

Abengoa está al límite. La compañía que preside Gonzalo Urquijo afronta días decisivos para alcanzar sendos acuerdos con la banca, con los fondos acreedores, con el Gobierno y con los proveedores, que permitan la viabilidad de la empresa con la tercera reestructuración desde que en 2015 entrara en una crisis que se torna interminable.

El nuevo planteamiento, precipitado por la irrupción de la pandemia, deviene tras casi un año de equilibrios en el que la ingeniería no ha podido cerrar ninguna de las tres operaciones clave que tenía sobre la mesa: la incorporación de un nuevo socio, la venta de la planta de cogeneración A3T, en México, y una refinanciación que tenía como punta de lanza la venta del arbitraje internacional que mantiene contra España por el recorte a las renovables.

En marzo, los bonistas rechazaron la última propuesta de Abengoa para obtener financiación por 50 millones de euros

En marzo, los bonistas rechazaron la última propuesta de Abengoa para obtener financiación por 50 millones de euros a través de los derechos en el arbitraje contra España. Una nueva negativa que ya había tenido su precedente meses atrás, cuando también se opusieron al plan para obtener liquidez con la venta parcial del arbitraje contra España, en el que ya reclama 1.505 millones de euros, a los fondos especializados Taconic y King Street Capital por 75 millones. El arbitraje es uno de los principales valores de la compañía y podría estar prácticamente resuelto si no hubiese sido porque en octubre tuvo que suspenderse la audiencia prevista por dicha operación. El tribunal arbitral la ha fijado para la semana del 30 de noviembre a 4 de diciembre.

En medio del rechazo de la última propuesta, Abengoa suspendió la presentación de sus cuentas, que aún hoy PwC debe aprobar. Los acreedores, no obstante, permitieron a la empresa suspender el pago de la deuda entre el 31 de marzo y el 30 de junio ante sus apreturas financieras mientras elaboraba un nuevo plan de viabilidad.

La máxima prioridad de Abengoa es sellar la nueva financiación y avales

Abengoa lo anunció el 20 de mayo y se puso como plazo el 30 de junio para alcanzar los distintos acuerdos. Consta de cuatro patas: una quita a sus proveedores a cambio de derechos sobre arbitrajes y activos en venta; una quita de la deuda con los bancos y fondos acreedores y la conversión anticipada del pasivo en acciones de Abenewco1, la sociedad que ostenta el grueso de la actividad del grupo; la obtención de 250 millones de financiación por parte de sus bancos de cabecera con el aval del 70% por parte del Instituto de Crédito Oficial (ICO); y la consecución de avales por 300 millones con la garantía al 50% del Cesce.

La compañía negocia contrarreloj con todas las partes. La máxima prioridad es sellar la nueva financiación y avales que actúen como tractores para que acreedores y proveedores cedan. La empresa que preside Gonzalo Urquijo ha recurrido a Santander, Calyon (Crédit Agricole), Bankia, CaixaBank, Bankinter y BBVA. Los tres primeros, los más expuestos, "están dispuestos a seguir ayudando", señalan fuentes financieras, pero reclaman que se sumen "más bancos e instituciones públicas". La clave está, según las mismas fuentes, en la posición que tomen el Santander y el ICO.

Los accionistas minoritarios

Las fuentes consultadas trasladan su confianza en que haya finalmente un acuerdo. Al fin y al cabo, la entidad que lidera Ana Botín tiene elevados intereses, toda vez que es uno de los mayores accionistas tanto de Abengoa como de Abenewco1. Mientras, el coste para el Gobierno de dejar caer a una de las mayores empresas andaluzas invita a pensar que, como ya hiciera en el pasado, accederá a avalar a través del ICO. En el caso de las garantías por parte del Cesce, de hecho, las negociación estarían encaminadas.

A los bancos, Abengoa les ofrece acciones de Abenewco1, aunque el porcentaje aún se desconoce. En la anterior reestructuración, la de 2019, la compañía otorgó el 22,5% de esta sociedad a siete firmas: KKR, Santander, Bankia, Calyon, BlueMountain, Alden y Signature. Algunas han traspasado en el último año sus participaciones, resultando en este momento Santander, KKR y BlueMountain como los mayores partícipes. El 77,5% lo podían canjear estos y otros acreedores en función de la deuda repagada a los cinco años y, de manera obligatoria, a los 10 años. Ahora, Abengoa lo que plantea es anticipar la conversión y está negociando el reparto final. En esa ecuación habrá que ver si los accionistas de Abengoa -su capital está muy atomizado- tienen cabida y, en ese caso, con qué porcentaje.

Proveedores

A los proveedores, por su parte, Abengoa les ha planteado quitas a su deuda vencida por importe de 682 millones que oscilan entre el 70% y el 90% y como contrapartida ofrece los cobros futuros de algunos activos que tiene en venta en países como Ghana y Argelia y de arbitrajes en marcha como el de España por las renovables o los de Polonia y Kenia.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky