
BBVA, sus directivos y sus colaboradores han sido extremadamente celosos sobre la información de la investigación interna sobre los contratos de Villarejo en los últimos meses, ya que el caso se encontraba en sede judicial y bajo secreto de sumario. Hasta el punto, que el banco ha denegado el informe forensic elaborado al BCE, organismo supervisor de las entidades en Europa. El levantamiento de la causa se produjo el pasado lunes 3 de febrero.
Pero, al parecer, el expresidente de la entidad, Francisco González (FG), sí accedió o conoció partes o todo el documento, bien sea de manera física o por explicaciones verbales de las personas que estaban al corriente del mismo.
Según relató el exdirector de riesgos y del área inmobiliaria de BBVA, Antonio Béjar (el único de los imputados que ha colaborado con la Audiencia Nacional para esclarecer la supuesta trama de espionaje), Francisco González le comentó a finales de julio que la investigación interna del banco no le implicaba y que, por tanto, estuviera "tranquilo".
Béjar, en su declaración, confiesa que había mantenido una conversación con su antiguo jefe y que éste le había señalado que "se tranquilizara, que no salía nada en el forensic que me implicase a mí". Añade que le dijo que "lo único que podía tener cierta relevancia era el asunto de la prima de éxito, que del resto no me preocupara y que dijera la verdad".
Sus palabras, según las grabaciones que contiene el sumario del caso, al que ha tenido acceso elEconomista, los fiscales muestran su extrañeza de que González hubiera tenido acceso al informe del banco. Por ello, le preguntan si creía que el expresidente conocía el forensic. Béjar responde tajantemente que "le habló como si lo conociera".
El exdirector de riesgos hace estas aseveraciones en la Audiencia Nacional dos días después de que fuera apartado por BBVA de la presidencia de su filial Distrito Castellana Noste (DCN), el 29 de julio. Esta sociedad gestiona la denominada 'Operación Chamartín' que pretende modificar radicalmente el urbanismo del norte de Madrid con una inversión superior a los 7.000 millones. El 27 de julio Béjar, que ya estaba imputado y había sido señalado por el banco en los datos aportados por BBVA al juez, se acogió a su derecho a no declarar. El mismo día de su despido de DCN decidió colaborar con la Justicia.
"Los buenos son los malos"
La conversación, sin tanto detalle, fue ratificada por FG en su testimonio ante el magistrado y Anticorrupción el 18 de noviembre. Confirmó que había hablado con Béjar y que "le dije que dijera la verdad", además de indicarle que en todo este escándalo "parece que los buenos somos los malos y los malos son los buenos".
Para cualquier imputado del 'caso Villarejo-BBVA' la información recabada por la entidad para la elaboración del forensic y las conclusiones remitidas a la Audiencia Nacional era clave para su defensa.
En la investigación interna han trabajado, además de determinados altos directivos y empleados de BBVA, un equipo externo liderado por el despacho Garrigues con ayuda de Uría Menéndez y la consultora PwC. Por tanto, González ha podido abiertas todas estas vías para poder conocer los pormenores de las pesquisas y pruebas encontradas en el análisis de la documentación. La entidad, en el proyecto interno denominado 'Teca/Deep Blue', ha revisado 3.600 cajas con papeles para intentar esclarecer los hechos.
De todo este trabajo, ha enviado a la Audiencia Nacional lo que ha considera relevante. La Fiscalía sostiene que su aportación no ha sido clara ni contundente y considera que su colaboración no ha sido suficiente.
El BCE reclamó en junio el informe al banco, pero éste le indicó que tenía que pedirlo al tribunal al estar el caso bajo secreto sumarial. En septiembre, el organismo supervisor reclamó el documento, un hecho del que se tuvo conocimiento público en diciembre.