
El Banco Popular de China ha incrementado el precio del dinero de forma inesperada pocas horas después de que lo hiciese el organismo estadounidense, presidido por Janet Yellen. Por distintas razones Reino Unido, Canadá y Corea del Sur también están poniendo fin la era de tasas de interés ultrabajas. Mientras, el BCE se ha reafirmado hoy en seguir su propia hoja de ruta y mantener los tipos en cero.
Con la decisión de la Fed y del Banco Central de China quedan enfrentados dos bloques. Las economías que han emprendido el camino de normalizar la política monetaria y dar carpetazo a los tipos ultrabajos y los países que mantienen la versión acomodaticia alargando el escenario de tipos casi negativos.
La Fed lidera el grupo de países que está desenrollando los programas de estímulos que se aplicaron para salir de la crisis y que ha llevado a las economías desarrolladas a un entorno excepcional. Ya es la quinta subida de tipos desde que comenzase la normalización y ha anunciado que en 2018 si las cosas no se tuercen se aplicarán otras tres subidas más.
A este tren se ha subido el banco central chino, pero por motivos diferentes. Con la economía desacelerándose y con síntomas de burbuja crediticia, ha subido tipos para prevenir a las instituciones financieras que aumenten su apalancamiento de forma excesiva, y que amplíen demasiado la oferta de crédito para los mercados. No hay que olvidar que, según apuntan muchos expertos, el principal problema que presenta la economía de China en este momento es el excesivo endeudamiento, que ha llegado a superar el 250% de todo el PIB anual del país.
Eso sí, el incremento en el precio del dinero no ha sido tan elevado como el de la Fed -25 puntos básicos-: la subida fue de 5 puntos básicos en China, quedando el tipo de interés a 1 año en el 3,25%. Fuentes de Bloomberg indican que, el hecho de que la subida haya sido tan pequeña, refleja no un interés por llevar a cabo un aumento agresivo de los tipos, si no que será un movimiento que continuará progresivamente durante el año 2018.
Contra pronóstico
El aumento de China llegó de forma inesperada, teniendo en cuenta que más de 80% de 32 analistas encuestados por la agencia, antes de la decisión de la Fed, consideraban que el Banco de China mantendría sus tipos intactos.
Otra de las razones que puede estar detrás de esta subida de tipos en el Dragón Rojo es evitar que el yuan se depreciase excesivamente frente al dólar, una vez la Fed anunció su incremento en el precio del dólar. Hay que tener en cuenta que un aumento de tipos casi siempre viene acompañado de subidas para la divisa a la que hacen referencia los tipos, por lo que subir los de China es una medida de apoyo a las subidas en el yuan. Además, si el dólar sube mucho frente al yuan, los préstamos en dólares que tiene China son más caros de devolver para el país asiático.
Más países en la misma línea
El Banco de Inglaterra, el pasado mes, también hizo lo propio ante el repunte de la inflación en Reino Unido. Corea del Sur fue ante penúltimo país en subir los tipos. En septiembre elevó los tipos al 1% el Banco Central de Canadá.
El BCE junto a los bancos centrales de los países nórdicos forman parte del bloque que mantienen los tipos en mínimos históricos. La institución presidida por Mario Draghi estrenará 2018 reduciendo la capacidad de compra de su programa de estímulos. Pero no tocará tipos hasta por lo menos a final de año hasta que haya confirmación que la economía europea anda sin necesidad de estímulos.