Economía

El BCE reducirá el programa de estímulos a la mitad a partir de enero de 2018

  • El BCE mantiene los tipos de interés en el mínimo histórico del 0%
  • Draghi reconoce que la decisión sobre el QE "no ha sido unánime"
  • "Seguimos la actualidad en Cataluña con atención, habrá que ver qué pasa"

El BCE ha anunciado que reducirá el programa de estímulos a la mitad, hasta 30.000 millones de euros mensuales a partir de enero de 2018 (compra 60.000 millones en la actualidad). De esta forma, el instituto monetario cumple con las expectativas creadas en las últimas reuniones, en las que había dejado claro que octubre sería el mes elegido para mostrar el camino a seguir de la política monetaria a medio plazo. No obstante, Mario Draghi, presidente del BCE, ha reconocido que esta decisión no ha contando con el apoyo de todo el Consejo de Gobierno, pero sí con una amplia mayoría.

Además, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener sin cambios el tipo de interés de referencia en el 0%, mínimo histórico en el que la tasa permanece estable desde marzo de 2016. El tipo de facilidad de préstamo se mantiene en el 0,25% y el de facilidad de depósito en el -0,40%.

Una reducción de 30.000 millones

Hoy era el día fijado por el propio instituto monetario para anunciar el principio del fin del programa de estímulos. Los primeros pasos van a ser lentos y analizados con lupa para ver cómo reaccionan los mercados. Pero sin duda, este es el primer movimiento hacia un endurecimiento de la política monetaria, como el que ya ha iniciado la Reserva Federal de EEUU.

Mario Draghi ha querido dar énfasis a la flexibilidad del programa de estímulos, que se ajustará tanto en cantidad y tiempo a lo que la eurozona necesita. Lo importante es mantener "unas condiciones de liquidez favorables y una postura monetaria adecuada".

El comunicado destaca que el programa de estímulos se extenderá hasta el final de septiembre de 2018. Aunque las compras se reducen en 30.000 millones de euros, el BCE seguirá reinvirtiendo todos los bonos que vayan venciendo, por lo que se seguirán produciendo compras netas mensuales. Además, estás reinversiones se extenderán por un largo periodo cuando las compras hayan terminado, en principio en septiembre de 2018, a no ser que el programa de estímulos se extienda más allá.

Barra libre de liquidez hasta 2019

Por otro lado, las operaciones principales de financiación y las operaciones de financiación a plazo superior a tres meses continuarán ejecutándose mediante procedimientos de subasta a tipo de interés fijo con adjudicación plena (barra libre) mientras sea necesario, y al menos hasta que finalice el último período de mantenimiento de reservas de 2019.

Este anuncio para reducir el programa de compras puede valorarse como una forma de almacenar munición para tener espacio para maniobrar si volviese a haber problemas para la economía europea. Por ahora, con todo el arsenal desplegado la inflación sigue sin alcanzar el 2%, lo que está llevando al seno de los bancos centrales el debate sobre este objetivo de precios, que quizá no sea el más adecuado en la actualidad dados los cambios estructurales en Occidente. Por el momento, el euro cae con fuerza respecto al dólar y pierde los 1,17 dólares, mientras que las bolsas del Viejo Continente han cerrado al alza.

La economía es más fuerte

Además, Draghi ha señalado que la economía continúa fortaleciéndose en la eurozona gracias las reformas realizadas y al optimismo de los agentes, que siguen reforzando el ciclo expansivo que está beneficiando a la eurozona. Con este contexto y el apoyo de la política monetaria, "esperamos que la inflación subyacente siga fortaleciéndose y acercándose al objetivo que se marca el BCE". 

También, el banquero italiano ha reconocido que la base monetaria está creciendo más deprisa que la oferta monetaria, lo que demuestra que aunque el crédito se ha recuperado en parte no es igual de fuerte que los años previos a la Gran Recesión.

No obstante, estas mejoras son suficientes para que el BCE comience a recalibrar sus políticas monetarias, que seguirán siendo principalmente acomodativas o expansivas. Todo está mejorando, "las condiciones financieras, los mercados laborales, la inversión y el consumo privado, mientras que los ingresos disponibles de las familias están aumentando", ha asegurado Draghi en la ronda de preguntas.

Aún así, aunque la política monetaria comience a cambiar levemente, "el stock de compras de activos ha sido cada vez más importante". Este balance de un tamaño considerable tiene su efecto sobre el mercado y las condiciones de liquidez, según ha destacado Vitor Constancio, vicepresidente del BCE.

Draghi ha reconocido que la decisión sobre reducir las compras de bonos "no ha sido una decisión unánime", sin embargo sí que ha contado con la mayoría del apoyo del Consejo de Gobierno del BCE.

Sobre el desafío independentista en Cataluña y su efecto sobre el mercado y la economía, Draghi ha recalcado que "es muy difícil opinar sobre desarrollos que cambian todos los días, obviamente lo estamos siguiendo con mucha atención, porque es un acontecimiento importante, pero primero tenemos que ver qué pasa".

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