Economía

La industria alemana borra toda esperanza de un posible 'repunte cíclico' de la economía para este año

La columna de la victoria en Berlín. /iStock.

Los datos de producción industrial de Alemania, publicados este jueves por la Oficina Federal de Estadística (Destatis) dejan un panorama muy sombrío sobre el posible 'repunte cíclico' del que hablan los economistas de cara al segundo semestre del año. El avance de la industria germana, motor de su economía, cayó un 1,9% en el mes de junio con respecto al mes de mayo. Esta caída es mucho más de la que preveían los economistas y es la mayor en un año, lo que sitúa a la producción industrial en su nivel más bajo desde 2020. Asimismo, el dato de mayo también sufrió una ligera revisión a la baja, ya que en lugar de crecer un 1,2% como se había previsto, se contrajo un 0,1%, lo que se traduce en una caída de la producción industrial hasta junio del 1%.

Si se hace una comparativa con respecto al año anterior, se aprecia perfectamente la deriva que está tomando la industria alemana, ya que la caída registrada fue del 3,6%.

En concreto, esta revisión a la baja del mes de junio se debió a retrocesos mensuales de la producción de maquinaria, que cayó un 5,3%, la de productos farmacéuticos que registró una contracción del 11% y la de los productos alimentarios que registró un avance negativo del 6,3%. En el lado contrario está la producción de energía, que aumentó un 3,1% mensual, mientras que la construcción avanzó un escaso 0,7%.

El jefe global de macroeconomía de ING Economics, Carsten Brzeski, escribía en una nota que la industria alemana se encuentra un 10% por debajo de los niveles previos a la pandemia. Por otro lado, revela que el hecho de que la capacidad de utilización del sector secundario germano esté en los niveles más bajos observados desde la crisis financiera de 2008 durante más de un año "es otro doloroso ejemplo de la debilidad estructural", sentenciaba.

"Tras los datos de hoy, nuestra previsión de que la economía alemana experimentaría al menos un repunte cíclico se ha visto enormemente presionada. A primera vista, la industria sigue atrapada en un largo período de recuperación. Por ahora, lo que parecía un repunte cíclico en ciernes solo ha sido una inversión anticipada de EE UU", sentenciaba el experto.

Es cierto que a comienzos de año reinaba cierto optimismo dentro del sector industrial. Los índices PMI de compras no han dejado de crecer desde el arranque del ejercicio, situándose en junio incluso en los 49 puntos, el nivel más alto desde agosto de 2022, aunque todavía esté por debajo de los 50 puntos que marcan el umbral entre expansión y contracción.

Brzeski explicaba que "los pedidos industriales habían comenzado a mejorar y los inventarios comenzaban a disminuir". Un fenómeno que se mantuvo, e incluso se acentuó, hacia el final del primer trimestre del año, cuando los importadores estadounidenses empezaron a comprar de manera anticipada los productos procedentes de Alemania ante la inminente entrada de los aranceles por parte de la Administración Trump. Por tanto, puede ser que la guerra comercial generase un espejismo de cierto optimismo hacia el sector secundario alemán, pero nada más lejos de la realidad.

"Este optimismo parece basarse en gran medida en ilusiones y no se corresponde en absoluto con los datos actuales. El ciclo de inventarios, que había comenzado a mejorar desde principios de año, ha vuelto a empeorar en los últimos dos meses", decía el experto de ING.

Lo que está claro es que Alemania va a tardar mucho en salir de su letargo económico, aunque parece que las reformas emprendidas por el canciller Friedrich Merz son las que arrojan un pequeño halo de esperanza de cara al medio y largo plazo. Pero, lo que es en el corto, todo apunta una atonía latente y una recuperación muy lenta, al menos así lo confirmó el economista senior de la eurozona de Bloomberg.

El experto reitera que la política comercial de Estados Unidos está "lastrando un sector que ya atraviesa dificultades" y por eso la visión a corto es "sombría". Sin embargo, el hecho de que las expectativas empresariales hayan mejorado, en el caso de los PMI o el Ídice Ifo de clima empresarial, "seguramente impulsadas por la esperanza de reformas económicas y el aumento de la inversión pública", hacen ver que la industria "podría salir lentamente de su recesión en los próximos trimestres".

Pesimismo a corto plazo y esperanzas en el largo

En esta visión de lo más próximo, el pesimismo es más que palpable entre los expertos. El economista jefe de Bloomberg, Holger Schmieding, aseguró que una caída del tal magnitud en la producción industrial sugiere que la economía "se contrajo un 0,2%" en el segundo trimestre y no un 0,1% como se publicó recientemente.

El experto recalca que la caída de este trimestre se compensará con el impulso que se registró a inicios de año por esa anticipación de los pedidos ante el miedo a los aranceles.

Recientemente, el Fondo Monetario Internacional preveía que la economía alemana comenzaría a salir de su estancamiento al revisar al alza el avance del PIB hasta el 0,1%, frente al 'cero' que había previsto en abril. Pero el Bundesbank todavía se mantiene reticente a revisar al alza el crecimiento y prevé que la economía germana permanezca estancada este año tras venir de dos años de recesión.

Casi todos los expertos coinciden en que las señales de angustia que están mostrando las empresas alemanas que tienen su producción destinada a exportación por los posibles aranceles ahora se podrán relajar en el caso de que, finalmente, Washington y Bruselas sellen su acuerdo comercial de tarifas al 15%.

Pero parece que el hecho de que Estados Unidos esté dejando un espacio tan grande en el comercio mundial está haciendo que las empresas alemanas ya estén buscando diversificar su negocio. Según un estudio realizado recientemente por el Instituto Ifo, un tercio de las empresas alemanas entrevistadas por el tink thank con sede en Múnich cree que el mercado estadounidense va a perder importancia en su negocio.

Al mismo tiempo, cerca del 40% de las empresas piensa que habrá mayores oportunidades de venta en el mercado único de la UE y en el mercado indio, al que Trump acaba de imponer aranceles del 50%. En el caso del mercado chino, las opiniones recogidas por el Ifo son bastante disidentes: solo el 17 % prevé un descenso, mientras que el 25 % lo considera cada vez más importante para su empresa. Además, el 59 % de las empresas prevé que los proveedores chinos se introduzcan cada vez más en los mercados europeos como resultado de los aranceles estadounidenses. Esto también aumenta la presión competitiva sobre la industria alemana y el empleo en la eurozona.

"Para garantizar que las empresas alemanas puedan seguir compitiendo internacionalmente en el futuro, los responsables políticos deben garantizar un marco fiable y facilitar el acceso a nuevos mercados", aseguraba Lisandra Flach, directora del Centro de Economía Internacional del ifo.

En este sentido, para la experta es primordial que la UE ratifique "rápidamente" el acuerdo con Mercosur, a la vez que impulsan nuevos acuerdos comerciales. Por otro lado, también ve necesario "reducir barreras" en el mercado único.

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