Economía

El demoledor dato tras la 'revolución' de Chat GPT: su peso en las ofertas de empleo no llega al 0,4%

Foto: Dreamstime

El lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022 inauguró la revolución de la inteligencia artificial generativa. El software desarrollado por Open AI, al que han seguido muchos otros, reveló al gran público el músculo de una nueva generación de algoritmos capaces de automatizar tareas de todo tipo, con un impacto indiscutible en millones de puestos de trabajo y la productividad de las empresas. Y, sin embargo, los datos de impacto en el empleo resultan sorprendentemente pobres: según los datos menos de un 0,4% de las ofertas de empleo publicadas en las principales economías occidentales –Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia– requieren dominar esta tecnología. Un escenario en el que, paradójicamente, se descuelga España, con una tasa del 0,79%. Aunque los datos de nuestro país responden más a un sesgo estadístico que a un liderazgo real en este ámbito.

El hecho de que una tecnología que lleva, literalmente, dos años y medio en boca de todos, y se usa de manera masiva para la creación de textos, imágenes, la escritura de códigos de programación y un largo etcétera de posibilidades, apenas esté teniendo eco en las competencias demandadas en las ofertas de empleo, es decir, a la hora de contratar, es sorprendente. El análisis de esta contradicción nos dice mucho sobre la repercusión de las herramientas digitales en el ámbito del empleo, y cómo la perciben realmente los empleadores.

El mayor problema a la hora de analizar el efecto específico que están teniendo los algoritmos basados en Grandes Modelos de Lenguaje (LLM por sus siglas en inglés) reside en distinguirlos del que tiene el resto de las tecnologías de inteligencia artificial. Estas son muy anteriores a 2022, pero, aunque dominaban muchas conversaciones sobre el futuro del empleo, el hype, la expectación en la opinión pública era bastante modesta en comparación con el que generó la presentación de ChatGPT. En buena parte por la complejidad de su uso, mucho mayor que la del chatbot de Open AI. Y, aun así, su peso en las vacantes es mucho más alto, unas diez veces superior.

Para diferenciarlos, el servicio de estudios del metabuscador Indeed ha elaborado un doble índice que mide, por separado, el porcentaje de ofertas de empleo referidas a la IA general y el de ofertas referidas en IA generativa. La división se construye según los términos que contiene. Así, para elaborar el referido a la inteligencia artificial 'clásica' se centra en las ofertas que contiene términos como "big data", "ciencia de datos", "machine learning" o similares.

Mientras, la lista de ofertas de IA generativa enumera las que contienen referencias específicas a esta modalidad, como "Large Language Models", "prompt" o menciones a programas como el propio "Chat GPT" o sus numerosos competidores. También incluye a los nuevos 'agentes de IA', un tipo de herramientas más complejas que aplican los LLM a automatizar tareas más complejas, cuyo referente es Copilot, de Microsoft.

Una lista creciente de palabras que en los dos últimos años y medio se han ido convirtiendo casi en uso cotidiano para muchos profesionales que nunca pensaron en la IA pero que han descubierto todo el potencial de la variedad generativa. Las siglas GPT, con las que Open AI bautizó a su software y que remiten a "Tecnología de Propósito General", que han acompañado a la informática desde la aparición de los primeros ordenadores, cobraban así un sentido más evidente que nunca.

Sin embargo, para ser una tecnología que puede afectar a cualquier empleo y no solo a los ligados directamente al desarrollo de software o análisis de datos, tiene una sorprendentemente escasa presencia en las vacantes. A finales de marzo e 2025 solo llegaba al 0,2% de las ofertas en Francia y Alemania, el 0,33% en Reino Unido y el 0,26% en Estados Unidos. Un porcentaje minúsculo, aunque el punto de partida es 0. Lo más sorprendente es que el país donde esta tendencia crece con más intensidad es España, donde llega al 0,79%.

¿Pero dónde se demandan a estos profesionales? Aunque Indeed no desglosa los datos de sus índices por sectores, un estudio publicado por su servicio de estudios el pasado mes de febrero apuntaba a que el sector TIC y de desarrollo de software concentra el mayor peso de vacantes de usuarios de IA generativa.

Dicho de otra forma, la creación de empleo asociada directamente a los programas tipo ChatGPT es escasa y está restringida a los puestos que exigen una mayor cualificación tecnológica. Esto choca con la definición de tecnología de propósito general. Y es que otras herramientas 'generalistas' como las ofimáticas, por ejemplo, hojas de datos o elaboración de presentaciones, sí aparecen con frecuencia requeridas explícitamente en puestos no tecnológicos. Pero esta contradicción entre unas herramientas que se suponen cada vez más fáciles de utilizar y una demanda de profesionales cualificados explica que su peso siga tan reducido sobre el total de vacantes.

¿Pero cómo se explican los datos de España? Esta tendencia refleja un clarísimo sesgo en la publicación de ofertas en nuestro país. Y es que, según datos de Eurostat, nuestro país está a la cola de la UE en profesionales TIC, pero es uno de los puestos más demandados en las ofertas de empleo publicadas en internet. Existe una sobrerrepresentación de los sectores más digitalizados y, por lo tanto, vulnerables a la IA generativa. Pero también a la convencional.

¿Una oferta oculta?

Cabe la posibilidad de que el escaso peso de la nueva generación de inteligencia artificial se deba a que mucha demandas se confunden con la vinculada a la que ya existía antes de Open AI (o, mejor dicho, de los LLM)y cuyo porcentaje de ofertas la multiplica por diez en todos los países. Esto puede ocurrir porque los empleadores utilizan términos generales como "inteligencia artificial" al redactar sus vacantes. Pero los datos no avalan esta hipótesis de manera general: de hecho, en algunos países la oferta se ha reducido respecto a noviembre de 2022.

Si analizamos la serie histórica, es fácil comprobar que el verdadero 'boom' de la inteligencia artificial coincide con el del empleo tecnológico, con la pandemia como claro pistoletazo de salida. En este caso, también España lidera claramente las cuentas por la distorsión mencionada en la muestra. Este auge tocó techo en 2022, pero empezó a desinflarse coincidiendocon la oleada de despidos en el sector tras los años de bonanza previos.

Precisamente la irrupción de la IA generativa se vio como una oportunidad para revitalizar el sector, pero si lo medimos en términos de ofertas de empleo, esto solo ha sucedido en España, donde se superan las cotas de 2022, y en Reino Unido donde las igualan.

Pero en el resto, la IA generativa no ha mejorado las oportunidades laborales ligadas a la IA. De hecho, han tenido eco los casos de empresas como Shopify o Duolingo cuyos directivos admiten explícitamente que la posibilidad de utilizar IA para automatizar tareas frena las decisiones de contratación.

Precisamente en nuestro país se aprecia que las ofertas en IA cayeron del 7,3% a mediados de 2022 al 4,6% un año después, para a partir de ahí dispararse con una intensidad creciente. Esto puede ser un indicio de que en nuestro país hay una confusión entre IA general y la generativa especializada en las ofertas de empleo, que afecta a más sectores que al estrictamente tecnológico. Pero se requiere un análisis en profundidad de la composición de la demanda de puestos de trabajo.

En todo caso, los resultados de Indeed muestran que la IA generativa gana peso en todos los mercados laborales, aunque no con la intensidad con la que la perciben empresas y trabajadores. Ni la que apuntan los pronósticos que publican los organismos oficiales.

En el caso de España, el último informe de tendencias del Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal estima que la IA destruirá un 10% de empleo actualmente existente, con una lista de empleos afectados que van de los agentes de viajes a los periodistas, pero potenciará la productividad de otro 15%. Un impacto agregado del 25% que, sin embargo, aún no se percibe en las vacantes.

Hay muchos factores que pueden explicar esta desconexión entre los pronósticos y los datos efectivos, casi en tiempo real, que recopilan herramientas como Indeed. Los datos apuntan a que, aunque la IA generativa pueda incentivar la búsqueda de perfiles especializados en ella capaces de trabajar en todo tipo de industrias, este escenario sigue lejos de traducirse en un peso decisivo en el empleo.

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