La reforma de pensiones del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha sido convalidada por el Congreso de los Diputados por mayoría absoluta. El último paquete de medidas, que incluye un mayor esfuerzo en cotizaciones sin minorar el gasto, ha contado con 179 votos a favor votos a favor y 104 en contra.
La reforma ha contado en la Cámara Baja con los votos a favor del Gobierno y sus socios de coalición ERC, PdeCat aunque con la abstención de Vox -pese a su discurso tajante contra la reforma- EH Bildu y Junts per Catalunya. En contra, ha votado la bancada de la derecha formada por PP y Ciudadanos.
En concreto, han votado a favor PSOE, Unidas Podemos, Esquerra Republicana (ERC), PNV, PDeCAT, Coalición Canaria, Compromís, PRC, Teruel Existe y Más País. De su lado, Vox, Junts y EH Bildu se han abstenido, mientras que el PP, Ciudadanos, Foro Asturias, la CUP y el BNG han votado en contra.
La reforma se ha tramitado como real decreto-ley con carácter de urgencia al incumplir los plazos pactados con la Comisión Europea y, una vez convalidada, se tramitará como proyecto de ley con carácter urgente, lo que abre la puerta a la introducción de enmiendas al texto por parte de los grupos políticos.
"Esta reforma es un cambio absoluto de paradigma, no solo en España, sino también en Europa. No introduce recortes de gasto, sino un incremento de ingresos", ha expuesto Escrivá en el Congreso. El ministro ha destacado que las medidas -"equilibradas"- de esta segunda parte de la reforma servirán para "ampliar, garantizar y generalizar nuevos derechos en materia de protección social".
Escrivá ha afirmado este jueves, en declaraciones a La Sexta recogidas por Europa Press, que "tal vez" le haya sorprendido la abstención de Vox en el debate para convalidar la reforma de pensiones en el Congreso, aunque ha añadido que le "ha sorprendido más" el 'no' del PP.
El terreno político refleja la ruptura y el peso prácticamente nulo del Pacto de Toledo. La reforma cuenta con la oposición de PP, Vox y Ciudadanos, principalmente. Pero, antes, el ministro no llevó las medidas de la reforma a la Comisión del Pacto de Toledo hasta que la tuvo ya cerrada, hace apenas dos semanas, entre críticas de los grupos por este aspecto.
La reforma cuenta con el escepticismo de los expertos. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) alertó de un incremento del déficit del sistema, que ya lleva desde 2012 soportando un mayor gasto que los ingresos generados. Una alerta similar a la realizada por el think tank de economía aplicada, Fedea. Al igual que las advertencias de los Actuarios, que temen que el desvío del gasto sea cubierto con más subidas de cotizaciones y lamentan que la reforma penalice, especialmente, a los más jóvenes.
¿Cómo es la reforma de pensiones?
Cuota de solidaridad
Los trabajadores que superen la base máxima de cotización prevista por el Gobierno para cada año pagarán a la Seguridad Social una cuota gravada sobre el tramo del salario que supere dicho límite. La cuota de solidaridad contará con cierta progresividad: una vez desplegada por completo, pagarán desde el 5,5% y hasta el 7%.
MEI y destope
La ley incluye dos nuevos impuestos, denominados cotizaciones sin derecho a prestación, hasta mitad de siglo: el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) duplicará su gravamen desde el 0,6% hasta el 1,2% de todas las nóminas desde 2029 en adelante. Esta herramienta prevé dotar de 130.000 millones de euros al Fondo de Reserva, la hucha de las pensiones que actualmente está prácticamente desierta. Esos ingresos comenzarán a usarse desde 2032 para pagar pensiones ante el incremento de la tensión financiera.
La ampliación del límite superior de las cotizaciones sociales por valor de 1,2 puntos anuales más la inflación media, junto con la ampliación de las pensiones máximas por valor de 0,115 puntos anuales más la inflación media, es una medida que ha espantado a la patronal CEOE-Cepyme. Diversos expertos alertan de una ruptura del principio de contributividad, es decir, la relación entre el esfuerzo aportado en cuotas y el salario diferido cobrado en forma de prestación pública.
Periodo de cómputo dual
La medida que ha bloqueado la reforma y ha provocado un incumplimiento en el calendario ha sido la modificación del periodo de cómputo para calcular la pensión. El ministerio de Inclusión ha diseñado un sistema dual que permitirá elegir entre los últimos 25 años, similar al actual modelo, o los 29 últimos años de cotización descartando 24 meses (dos años) para calcular la base reguladora. Esta segunda opción, recoge el borrador, entrará en vigor tras un periodo transitorio y no será completa al menos hasta 2038.
En este sentido, mejora la cobertura de las lagunas de cotización, es decir, las etapas en las que un trabajador ha sufrido el desempleo, ha tenido una carrera l y que trastocan su base reguladora. Esta modificación es prácticamente nula sobre las cuentas de la Seguridad Social, según varios expertos, con un efecto inapreciable entre los diferentes perfiles.
Pensiones mínimas y no contributivas
La reforma recoge otra novedad, una modificación sobre las prestaciones más bajas del sistema. En concreto, fuentes negociadoras trasladan a este medio que las pensiones contributivas mínimas y las no contributivas subirán con el IPC más "uno o dos puntos", según fuentes negociadoras, para ganar poder adquisitivo y estarán referenciadas al umbral de pobreza de un hogar con dos miembros.
El objetivo que persigue la reforma por esta parte es incrementar la protección de los pensionistas con prestaciones más bajas hasta elevarlo en línea con el salario mínimo interprofesional (SMI). Ya en 2023 debería alcanzar esta prestación los 14.300 euros anuales, según el documento. De cara a 2027, está previsto que las prestaciones mínimas rocen los 1.200 euros mensuales, 16.500 euros anuales para un pensionista con cónyuge a cargo.
Lagunas de cotización y brecha de género
La reforma también incluye mejoras en las lagunas de cotización de los trabajadores, es decir, cubrir las etapas en las que una persona no pueda trabajar. Junto a la mejora de las pensiones mínimas y la revalorización es la principal medida de protección. Así, contribuirá a la reducción de la brecha de género con un complemento de que refuerza con un incremento del 10% (3,4 euros por hijo) los dos próximos años. Y se mejora la cobertura de las lagunas de cotización a las mujeres, aunque también para el resto de los trabajadores.