La base reguladora del trabajador es una referencia a través de la cual se determinan múltiples prestaciones y pensiones a las que puede tener derecho el trabajador. En cada caso se tienen en cuenta diferentes variables y periodos cotizados, por lo que hay que acudir a cada prestación para saber cómo funciona. La más común de todas es la jubilación.
Así, también hay que calcular cuál es la base reguladora del trabajador para saber cuál será la cuantía de su pensión de jubilación. Para estas prestaciones, la Seguridad Social tiene en cuenta la suma de las bases de cotización de los últimos 25 años (300 meses) y después las divide entre 350. El resultado es la base reguladora.
Posteriormente, y de acuerdo con el método de la Seguridad Social, el trabajador tendrá derecho a un determinado porcentaje de la base reguladora en función de su cotización previa: necesita 15 años cotizados para un mínimo del 50% de la base reguladora y, en total, precisa de 36 años cotizados para poder aspirar al 100% de la base reguladora, lo que se conoce como el 100% de la pensión.
Por todo esto es clave conocer cuál es la base reguadora a la que tenemos derecho. A veces, calcular puede resultar complicado, ya que hay que considerar periodos ya lejanos el tiempo, a 25 años vista. Debido a ello, la Seguridad Social facilita una herramienta de cálculo para los trabajadores interesados, sin necesidad de acudir a métodos de acceso como el certificado digital (puede conseguirlo en cuatro sencillos pasos) o Cl@ve (así puede registrarse con Cl@ve PIN o Cl@ve permanente).
Simplemente ingresando en este enlace el ciudadano podrá acceder al servicio 'Autocálculo de la Base Reguladora', con el que cualquier persona puede "efectuar un cálculo aproximado de la cuantía de la base reguladora de la futura pensión de jubilación", explica la propia Seguridad Social.
Cómo funciona el autocálculo de la base reguladora
El funcionamiento es sencillo. En primer lugar, el trabajador debe incluir sus nombres y apellidos, así como la fecha en la que desee jubilarse, introduciendo el día, el mes y el año en un calendario dispuesto a tal efecto. Además, ha de indicar la ley que le regula su acceso a la jubilación.
Con esos datos rellenados ya puede empezar a introducir sus bases de cotización de los últimos 300 meses. El sistema proporciona al ciudadano un cuadro detallado, una especie de calendario en el que puede ir metiendo el dato correspondiente a cada mes. También le facilita opciones con las que agilizar el proceso, como rellenar con la misma base diferentes periodos a la vez o introducir bases mínimas o bases máximas de cotización para cada periodo.
En caso de que existan periodos sin cotizar, el ciudadano debe saber que el sistema no realiza de forma automática la integración de lagunas (que permite rellenar con la base mínima o su 50% esos periodos sin cotizar), por lo que deberá rellenar personalmente esos meses para ajustarse más a la realidad de su base reguladora.
Cuando se hayan rellenado todas las bases, el sistema desplegará un cuadro con todas ellas y el efecto de la inflación aplicado para bases de cotización desde los dos años anteriores a la jubilación. Lo hará en base a un índice de actualización que, aplicado sobre la base de cotización, dará lugar a la base de cotización actualizada. Con esas bases se procederá al cálculo de la base reguladora de la pensión de jubilación del trabajador.
La Seguridad Social explica que, al calcular dicha base de acuerdo con la información introducida por el propio usuario, su cálculo es tan solo una aproximación y "en ningún caso el resultado que se obtenga podrá generar derechos ni obligaciones". O lo que es lo mismo, que no es vinculante. Sí que servirá, no obstante, para tener una idea de lo que podremos cobrar en el futuro cuando nos jubilemos.