Economía

Escrivá necesitará 17.000 millones más para pensiones tras subir cotizaciones

  • La subida de cuotas ingresará en el fondo de reserva 33.000 millones hasta 2050
  • El rendimiento deberá duplicarse al 8,7% para alcanzar el objetivo
  • La hucha de las pensiones pierde 58 millones de euros en el último trienio
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. Fuente: EP.
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Las cuentas para contener el incremento del gasto en pensiones por la jubilación de la generación del baby boom de cara a 2050 no salen, y el Gobierno deberá buscar recursos extra por valor de 17.000 millones de euros, tras la subida de cotizaciones generalizada del 0,6% por la aplicación del mecanismo de equidad intergeneracional. Por un lado, el incremento de aportaciones a la Seguridad Social que durará de 2023 a 2032 ingresará en el Fondo de Reserva un total de 33.000 millones de euros, según los cálculos del propio Gobierno, mientras que tanto la AIReF como el Banco de España apuntan a un déficit para el año 2050 de 50.000 millones de euros. Es decir, la brecha para cubrir el desequilibrio presupuestario aún ascenderá a 1,5 puntos del PIB.

El propio ministro, José Luis Escrivá, asegura que ese margen se logrará cubrir con los rendimientos que obtenga la hucha de las pensiones con las inversiones de su remanente, actualmente de 2.138 millones de euros. Aquí, la Seguridad Social dibuja tres escenarios de comportamiento de estas inversiones, si bien en todos ellos aún se quedaría el fondo con menos dinero que la brecha prevista entre ingresos y gastos contributivos del Sistema para entonces.

En el primero de ellos, el peor de todos los escenarios, el rendimiento neto sería de un punto porcentual menos que la media histórica registrada por la hucha en términos de beneficios generados, del 3,5% anualizado de media durante los últimos 15 años. En este primer escenario se lograrían generar 7.000 millones de euros en inversiones, por lo que el colchón ascendería hasta los 40.000 millones de euros. El segundo escenario, más moderado, sería en el que se mantiene ese 3,5% anual de beneficio, y con el cual se podrían generar un total de 9.000 millones de euros, situándose el remanente total en 42.000 millones. En el mejor de los casos, el fondo de reserva rendiría un punto porcentual por encima de la media histórica, de modo que se sumaría al colchón acumulado por la vía de las cotizaciones un total de 11.000 millones de euros, llegando a alcanzar la hucha los 45.000 millones de euros.

Aún así, en ese escenario favorable, faltarían 5.000 millones para cubrir todo el déficit previsto para dentro de 25 años al albur de la jubilación de la cohorte del baby boom con mayores prestaciones, y que deberán ser soportadas por una población ocupada menguante.

Es más, si el objetivo final fuera el de tener tanto dinero en la hucha de las pensiones como para cubrir el desequilibrio presupuestario que provocará la jubilación de los nacidos entre 1958 y 1977, que la AIReF y el Banco de España sitúan en torno a 4 puntos porcentuales de PIB, el rendimiento neto anualizado del fondo de reserva debería ascender al 8,75%. Es decir, debería casi triplicar el desempeño actual para cumplir con las expectativas del Ejecutivo de relleno de la hucha, tal y como apunta el Socio fundador de LoRIS, José Antonio Herce.

Es decir, con estos datos sobre el plantel, el mecanismo de equidad intergeneracional lograría ingresos para cubrir el 66% del déficit anual previsto para 2050. Mientras que el 44% se fía al buen comportamiento de las inversiones del fondo de reserva. En este punto, si bien la rentabilidad anualizada media se sitúa en el 3,5%, sí que se aprecia una pérdida de vigor en los últimos tres años. De hecho, entre 2018 y 2020 incluidos, la hucha de la pensiones ha perdido como producto de estas inversiones un montante de 58 millones de euros, tal y como se recoge en el informe interno que el Ejecutivo presentó este verano a los grupos parlamentarios, y al cual ha tenido acceso elEconomista.

Es más, si observamos la rentabilidad interanual de la hucha (ver gráfico) se aprecia como desde 2017, este rendimiento ha sido negativo. Es decir, con estas cifras, se advierte la complejidad de conseguir esos 17.000 millones que para 2050 aún haría falta acumular en la hucha para hacer frente a la jubilación paulatina de los cerca de 14 millones de boomers que hay en España.

Letargo laboral

No obstante, de cara a poder rellenar la hucha de las pensiones, la OCDE tampoco arroja buenas expectativas sobre la contribución del mercado laboral para incrementar el nivel de ingresos para reflotar las cuentas de las Seguridad Social. Así, en 2050, nuestro país contará con un total de 2,1 millones de ocupados menos que en los registros actuales, lo que supondrá además que la tasa de dependencia roce la ratio de un trabajador por pensionista, lo que dejaría la salud financiera del Sistema en mínimos.

A ello se suma que durante las últimas décadas, producto de los diferentes préstamos recibidos para soportar los picos de tensionamiento financiero, la Seguridad Social acumula una deuda con el Estado de 100.000 millones de euros, según el Tribunal de Cuentas.

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