La vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha señalado este lunes que la propuesta del Banco de España de mochila austríaca para reformar la regulación de la indemnización por despido es una iniciativa "compleja" que no cuenta con el apoyo de los agentes sociales.
"Ahora estamos en el momento de ejecución e iniciativas como la mochila austríaca no tenían el apoyo ni de sindicatos ni de empresarios ni de grupos políticos", ha señalado Calviño en una entrevista en Cadena Cope recogida por Europa Press.
En este sentido, la ministra ha señalado que el Ejecutivo ha querido centrarse en "una hoja de ruta realista" que se pueda llevar a cabo en la práctica, que ya está recogida en el Componente 23 del Plan de Recuperación y que es "compartida" con agentes sociales y por tanto realizable. "No quiero entrar en debates que no contribuyan a desplegar esta hoja de ruta", ha remarcado.
Hace unas semanas, el Banco de España pidió corregir la desigualdad de los trabajadores temporales con un sistema mixto que combine la rebaja a la mitad del coste por despido con el establecimiento de un fondo de capitalización individual nutrido por las empresas, pero implantado con ayuda del Estado y los fondos europeos.
No es la primera vez que el Banco de España sugiere la implantación de la "mochila austríaca", planteada ya en la reforma laboral socialista de 2010, pero en esta ocasión calcula el hipotético coste de implantación, superior a los 9.000 millones de euros, y propone que el Estado financie unos 8.000 millones con cargo, al menos parcial, a los fondos europeos.
Otros organismos como el Fondo Monetario Internacional o la Comisión Europea han pedido medidas similares para que el mercado laboral logre funcionar de un modo más eficiente y menos gravoso para empresas y trabajadores. A la postre, la dualidad de este mercado (temporales e indefinidos) afecta a la productividad y daña a los trabajadores más desprotegidos.
A vueltas con la reforma laboral
Preguntada sobre las discrepancias dentro del Ejecutivo en cuanto a la reforma laboral, la ministra ha asegurado que en ocasiones en este tema se buscan puntos de desacuerdos cuando ya se han acordado reformas de ámbito laboral y se ha enviado a Bruselas la hoja de ruta que el Gobierno abordará con los agentes sociales desde este mismo año.
No obstante, Calviño ha vuelto a reiterar su idea de que los problemas en el mercado laboral español se arrastran "desde hace décadas" y no han estado causados por una reforma laboral u otra, sino que responden a una "multiplicidad de factores".
Por eso, la ministra aboga por "construir hacia el futuro" y no estar mirando al pasado y deshaciendo lo hecho, ya que en su opinión "no es constructivo". "No se trata de mirar al pasado sino construir un nuevo contrato social, un Estatuto de los Trabajadores que se corresponda con la realidad del siglo XXI", ha señalado.
Mejor no tocar los impuestos
Según la ministra, en este momento "no toca subir impuestos", sino que el Gobierno busca impulsar crecimiento económico y empleo para favorecer la recuperación tras la crisis.
La titular de Economía ha recordado que el Gobierno ha constituido un grupo de expertos para la reforma fiscal que deberá tener sus conclusiones en febrero del año próximo, con el objetivo de abordar las medidas necesarias para tener un sistema fiscal más justo, aunque eso "no significa subir impuestos".
En este sentido, ha remarcado que se trata de construir una base para aumentar la recaudación con medidas que, por ejemplo, apuesten por atajar la economía sumergida y el fraude fiscal, como la ley aprobada la semana pasada en el Congreso de los Diputados.