Tras meses avisando de la llegada de la inflación, el 'monstruo' ya está aquí. Los precios medidos a través del IPC subieron un 4,2% interanual en EEUU en el mes de abril, el mayor impulso año a año desde 2008. No obstante, ese podría ser solo el principio. La inflación va a seguir subiendo este año y lo va a hacer con fuerza, sea o no temporal, el shock va generar tasas de variaciones en los precios no vistas en décadas. Son muchos los factores que están coincidiendo en el tiempo, cuyo impacto en el IPC va a ser positivo. Ahora quedará por ver si este fenómeno es pasajero (como aseguran BCE o Fed) o si ha venido para quedarse durante un tiempo, como prevén desde el banco danés Nordea o el Instituto Internacional de Finanzas.
El auge de los precios es un fenómeno con epicentro en EEUU, dónde se espera que la recuperación sea más intensa y el mercado laboral se 'seque' en un menor espacio de tiempo. Sin embargo, otros factores más globales como pueden ser la subida de las materias primas, la transformación de las cadenas globales de suministros o los cuellos de botella también pueden afectar a la zona euro generando una inflación de costes y oferta.
Nordea: "Existe un riesgo tan claro como el cristal de que mayores beneficios y transferencias directas se conviertan en instrumentos permanentes de la política fiscal. No hay nada más permanente que un programa gubernamental que dice ser temporal"
Andreas Steno Larsen, Martin Enlund and Mikael Sarwe, economistas de Nordea, explican en una nota que para asustar a los mercados se necesitan sorpresas al alza en la inflación sostenidas, no solo temporales, el problema, dicen, es que precisamente "esperamos una inflación sorprendentemente alta y sorprendentemente duradera. La Fed y el BCE estarán en modo espera y análisis al menos hasta el verano. ¿Y usted?", preguntan los expertos de Nordea.
Estos expertos utilizan un modelo económico de tendencias que hasta la fecha se ha ajustado muy bien a lo que finalmente ha hecho el IPC en EEUU. La cuestión es que este modelo está vaticinando una inflación interanual del 8% para este mismo verano, lo que sería el mayor incremento interanual desde principios de los 80.

"Todavía hay un margen notablemente claro para las sorpresas alcistas en el nivel de crecimiento de los precios a principios del verano, pero no parece que sea suficiente para sacudir el barco en el que se ha posicionado el mercado... Nuestro modelo de tendencia sugiere que podemos alcanzar una inflación del 8% este verano, pero aún está por ver si es suficiente para asustar a alguien, incluida la Fed. El mayor aumento mensual de la inflación subyacente de Estados Unidos desde 1982 apenas ha asustado a nadie más que a Robert Kaplan (gobernador de la Fed de Dallas)", comentan los expertos de Nordea.
Además, las previsiones de estos economistas que trabajan para el banco danés hablan de una inflación notable durante varios años. Frente a la hipótesis de un alza intenso pero corto de los precios, en Nordea creen que existen varios factores que van a impulsar los precios con intensidad en el corto plazo y que los mantendrán más elevados que en los últimos tiempos durante los próximos años.
¿Cuáles son estos factores?
Los últimos datos publicados revelan que hay una gran cantidad de vacantes (puestos de trabajo que no encuentran a un candidato) que son difíciles de cubrir ante unas prestaciones y beneficios públicos elevados en comparación con el salario ofrecido. Además, la movilidad general en el mercado laboral es baja debido a las restricciones por el covid y el cierre de fronteras.
"Esto forzará inevitablemente a las empresas de servicios incrementen sus salarios antes de septiembre para atraer a la gente a trabajar. Ésta es una razón para creer que la inflación se mantendrá más tiempo de lo anticipado, entre otras cosas porque, obviamente, existe un riesgo tan claro como el cristal de que mayores beneficios y transferencias directas se conviertan en instrumentos permanentes de la política fiscal estadounidense. No hay nada tan permanente como un programa gubernamental que dice ser temporal", aseguran estos expertos.
Unas prestaciones por desempleo, beneficios y cheques que se prolonguen más de lo esperado darán a los trabajadores una mayor fuerza en las negociaciones frente a las empresas de EEUU. "Es más, esperamos que los cierres fronterizos entre países permanezcan efectivamente intactos durante varios años, ya que es probable que la población mundial no sea vacunada 2023 como pronto. Esto es un paso claro en la dirección de una desglobalización del mercado laboral".
Estos economistas también argumentan que los 'ajustes de calidad' del índice de precios al consumidor pueden empezar a ser inflacionarios, hasta la fecha han sido deflacionarios. Por ejemplo, los precios de los teléfonos móviles (de la tecnología en general) en el índice de precios al consumidor se ajustan según el progreso tecnológico que van alcanzando. A medida que la potencia de la CPU avanza o se incorporan nuevas prestaciones, esto queda reflejado en el IPC. Aunque este teléfono suba de precio, en el IPC no quedaría reflejado de igual forma porque hay que calcular cuánto 'costarían' las nuevas prestaciones, que a menudo terminan presionando a la baja este componente del IPC, puesto que la tecnología es cada vez mejor y más barata, al menos hasta la fecha.
¿Qué pasa si la tecnología deja de avanzar tan rápido, mientras que los precios nominales incrementan por los cierres de fronteras, los retrasos en las entregas y los cuellos de botella en partes importantes de la cadena de suministro? Se preguntan los analistas de Nordea. "Entonces, estos ajustes de calidad pueden dejar de impactar como una fuerza deflacionaria. Este es un caballo oscuro que conlleva grandes efectos potenciales de contagio a la inflación este año".
Por todo ello, los economistas de Nordea sugieren que es mejor que "nos vayamos acostumbrando al Sr. Inflación, ya que las tornas pueden haber cambiado".