
Aquellos que ya presagian una fuerte recuperación en forma de V para la economía de Estados Unidos cuentan con razones de peso para avalar sus proyecciones. Pese a que los datos dados a conocer el miércoles por la gestora de nóminas ADP continúa mostrando la fatiga del mercado laboral patrio, otros avalan el sólido repunte a la espera de una nueva remesa de estímulos.
Así, por ejemplo, el sector manufacturero mostraron a comienzos de semana su mayor nivel de crecimiento desde agosto de 2018. Esto se produce después de que el pasado viernes se diera a conocer que los ingresos personales aumentaron un 10% en enero, gracias sobre todo a los cheques de estímulo de 600 dólares del gobierno. La riqueza de los hogares aumentó casi en 2 billones de dólares en dicho mes, mientras que el gasto aumentó sólo un 2,4%, o 340.900 millones de dólares.
Estas cifras, junto con una explosión de casi 4 billones de dólares en ahorros, apuntan a una economía que no sólo está creciendo con fuerza, sino que está preparada para continuar esa senda a lo largo del año.
El indicador GDPNow que elabora la Reserva Federal de Atlanta y rastrea los datos en tiempo real para estimar los cambios en el PIB de EEUU, proyecta actualmente un avance del 10% para los tres primeros meses del año.
Esta herramienta suele ser volátil a principios de un trimestre pero se vuelve más precisa a medida que los datos se suceden. De hecho, el modelo similar (Nowcasting Report) gestionado por la Fed de Nueva York indica que la senda ascendente de la actividad económica tantea ya un avance del 8,6% en el trimestre en curso.
"La recuperación en forma de V del PIB real seguirá teniendo forma de V durante el primer semestre de este año y probablemente hasta finales de año", escribió Ed Yardeni, de Yardeni Research, en uno de sus comentarios esta semana del que se hizo eco la CNBC. "Sin embargo, dejará de ser una recuperación más allá del primer trimestre porque el PIB real se habrá recuperado completamente durante el trimestre actual. A partir de entonces, el PIB estará en una expansión récord", explicó.
La mejora del panorama de la salud pública y la promesa de un mayor alivio fiscal han llevado a una perspectiva cada vez más optimista para la economía en los próximos dos años. Desde Wells Fargo Securities aumentaban su previsión de crecimiento para el PIB real estadounidense, que ya estaba por encima del consenso, hasta el 6,2% en 2021.
"Si nuestra previsión se cumple, el PIB real superaría el nivel del PIB potencial, según las estimaciones de la Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO), en el tercer trimestre de 2021, lo que supondría la recuperación más rápida desde finales de la década de 1950", estiman los economistas de Wells Fargo, Azhar Iqbal y Hop Mathews.
En la recuperación posterior a la Gran Recesión, el PIB real tardó 34 trimestres en alcanzar su nivel potencial. Tras las recesiones de 2001 y 1990, tardó 12 y 22 trimestres, respectivamente. La inusual dinámica de la crisis del COVID, así como la enérgica respuesta de los responsables políticos, han precipitado el problema contrario al que afectó a las recuperaciones anteriores. Con el escenario preparado para un rápido repunte económico, algunos han empezado a preocuparse de que la recuperación pueda ser demasiado fuerte.
En teoría, una economía que funciona constantemente por encima de su potencial puede producir una inflación excesiva, ya que la demanda supera la capacidad productiva de la economía. Aunque hace varias décadas que la economía estadounidense no se enfrenta a un crecimiento de este nivel, la capacidad de la inflación de erosionar los ingresos reales de los individuos la convierte en un serio quebradero de cabeza para los responsables políticos.