Una de cal y otra de arena. La representante comercial de Estados Unidos, la embajadora Katherine Tai, mantiene su amenaza de aplicar aranceles a España si el Gobierno no retira la conocida como Tasa Google.
Pese a que la Administración del presidente Joe Biden está dispuesta a lograr un marco común bajo el auspicio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Washington defiende que las medidas tomadas por nuestro país, así como por Austria, India, Italia, Turquía y Reino Unido, discriminan a las empresas digitales estadounidenses, son incompatibles con los principios de la fiscalidad internacional y suponen una carga para las empresas estadounidenses.
Es por ello que Tai decidió el pasado viernes seguir adelante con el proceso de notificación pública y comentarios sobre las posibles acciones comerciales para mantener así las opciones de procedimiento antes de que concluya el plazo legal de un año para completar las investigaciones.
En un comunicado, la responsable de la Oficina del Representante Comercial de EEUU (USTR, por sus siglas en inglés) reiteró que "EEUU está comprometido a trabajar con sus socios comerciales para resolver sus preocupaciones sobre los impuestos a los servicios digitales y abordar cuestiones más amplias de la fiscalidad internacional" pero avisó que hasta que se alcance dicho consenso, el USTR mantendrá todas sus opciones bajo el proceso de la Sección 301 de Ley de Comercio a su disposición, "incluyendo, si es necesario, la imposición de aranceles".
De hecho, EEUU también mantiene su amenaza de tasar aproximadamente 1.300 millones de dólares en importaciones de champán, cosméticos, bolsos y otros bienes franceses en represalia por el impuesto digital galo.
"EEUU sigue trabajando para encontrar una solución viable en la OCDE"
La Asociación de Internet, que representa a las principales plataformas de Internet de EEUU aplaudió la medida de mantener viva la amenaza arancelaria contra estos países defendiendo que esta industria es una "gran exportación estadounidense" que sostiene millones de puestos de trabajo.
"La medida adoptada por el USTR es una afirmación importante para hacer retroceder las barreras comerciales discriminatorias mientras EEUU sigue trabajando para encontrar una solución viable en la OCDE", sentenció esta organización en un comunicado.
Otras cuatro jurisdicciones como Brasil, la República Checa, la Unión Europea e Indonesia, que también se encontraban en el punto de mira del USTR, no han adoptado o aplicado los impuestos digitales que se habían planteado cuando se iniciaron las investigaciones bajo la Administración del ex presidente Donald Trump. En consecuencia, el USTR dio por concluidas estas cuatro investigaciones sin más trámites.
Desde que fuera confirmada en su cargo, Tai ha mantenido ya conversaciones con sus homólogos en Francia, Alemania, Reino Unido, Canadá, Japón, Australia, la India, Singapur, México, Corea del Sur o Indonesia. También con el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
Durante la jornada de este lunes mantuvo su primer encuentro virtual con la ministra española de Industria, Comercio y Turismo, María Reyes Maroto. Ambas hablaron del impuesto de servicios digitales de España, de los retos que plantea el exceso de capacidad mundial de acero y aluminio, y del compromiso compartido por ambos países de encontrar resultados mutuamente beneficiosos.
Reunión el miércoles
Los ministros de Comercio de los países del G-7 se reunirán virtualmente el miércoles con una compleja agenda que incluye la reforma de la Organización Mundial de Comercio, el comercio digital, la pandemia y el cambio climático. La reunión marcará la primera vez que la embajadora Tai negociará con los principales aliados de EEUU colectivamente, aunque ya habló personalmente con la mayoría durante su primera semana en el cargo.
No obstante Tai podría tener mantenerse a la defensiva, incluso cuando la Casa Blanca busca reconstruir sus relaciones económicas con sus principales socios y allegados. Varios miembros del G-7 llegarán a la reunión del miércoles con intención de presionar a EEUU para que retire los aranceles sobre el acero y el aluminio además de comprometerse un acuerdo que eleve los impuestos internacionales a sus empresas tecnológicas estadounidenses.