
Una de cal, una de arena... y otra de cal. La fina burbuja en la que se enmarca el debate de la jornada laboral de cuatro días en el seno del Gobierno ha recibido este miércoles un nuevo pinchazo, esta vez de la mano del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que no cree que en España haya "margen" para su implantación.
El ministro ha puesto un pie en el freno de las pretensiones del ala del Gobierno que domina Unidas Podemos al indicar en Catalunya Ràdio que no le parece "que España sea un país que, con sus niveles de productividad y competitividad, tenga que dar prioridad a ese asunto".
A este respecto, Escrivá ha alejado la opción de la realidad al indicar, además, que este asunto no ha sido abordado de momento en las reuniones del Consejo de Ministros.
En este sentido se ha pronunciado también la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la también portavoz del Gobierno ha incidido en que la semana laboral de cuatro días no es una prioridad para el Ejecutivo ni para el área económica del Gobierno y también ha indicado que la materia no se ha elevado a ninguna de las reuniones semanales de ministros: "No debemos desconcentrarnos de lo que ahora nos ocupa prioritariamente", ha subrayado para remarcar que la prioridad está en las cuestiones a las que afecta la pandemia y que el Gobierno está centrado en volver a las tasas de crecimiento económico anteriores a la pandemia, establecer un marco de estabilidad para atraer inversiones e impulsar la recepción de los fondos europeos para aplicarlos en proyectos transformadores para España.
La enmienda de Errejón sembró la discordia
El tema cogió relevancia tras la enmienda presentada por Más País-Equo a los Presupuestos en la que proponían destinar 50 millones de euros a ayudar a las empresas a ensayar la jornada de 32 horas semanales.
Aunque finalmente la propuesta fue rechazada y no se incluirá en las cuentas públicas que inician hoy su debate en el Senado, el Ministerio de Trabajo confirmó a este medio que está estudiando su posible implantación en el país. La semana pasada, la ministra Yolanda Díaz recordó que la jornada laboral de cuatro días forma parte del programa de Gobierno de coalición que firmaron PSOE y Unidas Podemos aunque parece que el tema va a generar nuevas desavenencias en el Ejecutivo.
De momento el debate está en una fase inicial. Fue el vicepresidente Pablo Iglesias quien arrojó esperanza tras el rechazo al plan de los de Íñigo Errejón al avanzar la semana pasada en TVE que el Gobierno está explorando el modelo.
En cuanto a la posible subida del salario mínimo interprofesional (SMI) de los 950 euros actuales a 1.000 euros en 2021, el ministro Escrivá ha dejado claro, preguntado por esta cuestión, que a él no le consta ese alza. En los próximos días, Trabajo citará a patronal y sindicatos para contar con su opinión antes de tomar la decisión definitiva.