"No es el momento". Finalmente y bajo ese argumento, el Gobierno ha rechazado la enmienda de Más País-Equo para sacar adelante un proyecto que proponía ayudar a las empresas a implantar la jornada laboral de 4 días y 32 horas semanales.
El diputado y promotor de la proposición en el Congreso, Íñigo Errejón, expresó durante la primera jornada de debate de las enmiendas parciales a los Presupuestos su asombro ante la negativa del Gobierno porque, recordó, sí apoya un proyecto similar ya en marcha en la Comunidad Valenciana.
"Puede que haya quien ahora nos diga, con buena fe, que no es el momento. Bien, nosotros pensamos al contrario: precisamente este, en la reconstrucción, es el momento de cambiar el modelo, de apostar por la innovación y de repartir el trabajo para generar empleo", señaló ayer, un día después de confirmar su apoyo a las cuentas de las que pedía destinar 50 millones a esta causa.
Errejón defiende que la medida es democrática, verde y que favorece la productividad y por tanto la economía
Según Errejón, el Gobierno ha dicho 'no' a una medida "democrática porque no es libre quien no tiene tiempo", explicó desde la tribuna en defensa de la conciliación: "La vida no puede ser solo ir de casa al trabajo y del trabajo a casa".
Como en las últimas semanas, desde Más País también insisten en que la jornada de cuatro días es una medida "verde" (se reducen los desplazamientos y por tanto la emisión de gases de efecto invernadero) y "de salud" porque reduciría el estrés (según Errejón incluso podría favorecer a una menor medicación) y ayuda a disponer de más tiempo para, por ejemplo, cuidar lo que comemos: "Hay que ralentizar el ritmo para vivir mejor", indicó el diputado.
Pero además, Errejón defendió su gran apusta desde el marco económico. Según el diputado, "hay que abandonar la mentalidad obsoleta que se fija solo en número de horas trabajadas" porque "la clave para la generación de riqueza es la productividad". En una paralelismo con 1850, el diputado recordó que entonces en España se trabajaban 11 horas de media diarias mientas que en 2015, la media era de 8 horas "y hoy la riqueza es ocho veces mayor. Más riqueza, trabajando menos. La clave es la productividad", insistió en el Congreso.