
A estas alturas parece complicado que los bancos centrales puedan sorprender a unos mercados 'atiborrados' de liquidez y medidas extraordinarias. Sin embargo, el Banco Central Europeo (BCE) aún puede dar algunos pasos con los que terminar de apuntalar el importante plan que presentó la Comisión Europea la semana pasada. Si Europa y sus instituciones se mueven a la vez y en la misma dirección (algo que no ha ocurrido siempre), las sinergias y el impacto positivo sobre la economía podrían ser muy superiores.
Más allá de la ampliación del programa de compras contra la pandemia (PEPP por sus siglas en inglés), que se anunciará en la reunión de esta semana o en la de julio, el Banco Central Europeo podría anunciar cuatro movimientos que no son del todo inesperados, pero que no aparecen en los titulares de la prensa financiera: elevar el múltiplo del sistema de tramos, aumentar el peso de las compras de deuda supranacional (guiño al programa de la Comisión Europea), anunciar la reinversión de los vencimientos del PEPP e incluir los ángeles caídos en el programa de compras.
Nadia Gharbi y Frederik Ducrozet, economistas de Pictet WM, apuntan en una nota para clientes que más allá de un aumento del programa de compra de bonos contra la pandemia, estas cuatro innovaciones podrían ser bien recibidas por los mercados y ayudar a mitigar el impacto de coronavirus en la economía. Dentro de lo esperado, estos expertos apuestan a que el programa de compras de emergencia pandémica se incremente en 500.000 millones de euros hasta alcanzar un tamaño de 1,25 billones y que se anuncie la extensión del mismo hasta septiembre de 2021.
Las cuatro sorpresas
-Elevar el multiplicador del sistema de tramos. Los bancos europeos están pagando un 0,5% por su exceso de liquidez aparcado en el BCE. El sistema de tramos despenaliza una parte de esa liquidez (la parte que resulta de multiplicar por seis las reservas obligatorias) a través de un multiplicador que podría elevarse para echar una mano a la ajada rentabilidad de la banca europea. "Hemos argumentado durante mucho tiempo que un multiplicador más alto ayudaría al sector bancario a mitigar los efectos secundarios de los tipos negativos. Ahora que el exceso de liquidez es mayor (2,1 millones de euros) y se distribuye de manera más uniforme como resultado de TLTRO, creemos que es el momento adecuado para que el BCE ajuste su sistema... Un aumento en el multiplicador a 8 daría como resultado que 270.000 millones de euros adicionales de las reservas bancarias estarían exentas de los tipos negativos, un alivio anual de 1.400 millones de euros en comparación con lo actual", explican Gharbi y Ducrozet.
En este aspecto coincide Olivier Rakau, economista de Oxford Economics, que ve también un posible movimiento del BCE para aumentar este multiplicador dado el enorme crecimiento del exceso de liquidez en la zona euro. A medida que los programas de compra de activos avanzan, la liquidez (reservas bancarias) de la banca aumenta (el BCE compra bonos en el mercado secundario, que a la postre están en los balances de los bancos) en un intento del banco central por mejorar las condiciones financieras e impulsar el crédito. Sin embargo, la penalización de esta liquidez que paga la banca lastra su rentabilidad y puede terminar lastrando la concesión de crédito. Elevar el múltiplo de 6 a 8 puede tener buena acogida.
-Anunciar el comienzo de las reinversiones del PEPP. Este movimiento podría ser interesante para dar mayor seguridad a la deuda y evitar la fragmentación financiera de la zona euro. Sin embargo "el argumento en contra es que la reinversión no es consistente con un programa temporal de emergencia. De cualquier forma, el PEPP debe seguir siendo la herramienta elegida para evitar la fragmentación financiera", comentan desde Pictet.
-Aumentar el peso los activos de deuda supranacional (ahora mismo están en el 10% de las compras de bonos públicos). "Una mayor proporción de las compras de deuda supranacional en los programas PSPP y PEPP mataría a dos pájaros de un tiro. El BCE absorbería una mayor parte de la emisión futura de deuda vinculada al Fondo de Recuperación de la UE (la Unión Europea es un emisor elegible) mientras que relaja la restricción de los límites por emisor sobre los países ya que el peso relativo disminuiría automáticamente", apuntan los expertos de Pictet.
-Incluir los 'ángeles caídos' en los programas de compra de activos. El BCE aceptó hace unas semanas a este tipo de bonos (los que han caído a grado de bono basura) como colateral en las operaciones que la banca mantienen con el instituto monetario. "Esta es una decisión controvertida desde una perspectiva legal y de gestión de riesgos, pero también una decisión que el BCE está dispuesta a tomar... Los beneficiarios obvios serían los emisores de deuda high yield, así como Italia, suponiendo que la decisión se aplique a los bonos soberanos", comentan Ducrozet y Gharbi.
Todas estas medidas, junto a la ampliación del PEPP, reafirmarían el mensaje de que el BCE estará dispuesto a hacer lo que sea necesario incluso después de la polémica sentencia del Tribunal Constitucional alemán, que ponía en duda la 'proporcionalidad' de las acciones del BCE. Si bien que varios miembros del Consejo de Gobierno han asegurado que el banco central no se dejará influenciar, ahora toca confirmarlo con hechos. El próximo jueves 4 de junio tendrá lugar la gran cita del banco central.