
Los datos de Contabilidad Nacional han puesto negro sobre blanco las razones que explican el malestar del sector agrario, movilizado en toda España por los bajos precios y el incremento del SMI. Según el avance publicado por el Instituto Nacional de Estadística, la agricultura se ha desplomado en el último trimestre de 2019, con una caída de un 6% respecto al mismo periodo del año anterior.
En el conjunto del año, el PIB de la agricultura ha caído un 2,6%, frente al incremento del 5,9% del año anterior. De liderar las subidas, ha pasado a registrar el mayor retroceso de todos los sectores coincidiendo con la aprobación de la subida del SMI.
El empleo en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en las ramas primarias también sale mal parado y en el último trimestre presenta una variación negativa del 4,5%, agudizando en 2,8 puntos la caída del trimestre anterior. El impacto de la subida del SMI en el crecimiento del desempleo agrario, negado por la ministra de Trabajo, ha sido objeto de fuertes críticas por parte de la organización agraria Asaja y del presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.
Crecimiento
En su conjunto, la economía española creció un 2%, cuatro décimas menos que en 2018 y su menor alza desde el ejercicio 2014, tras avanzar en el último trimestre del año pasado un 0,5%, una décima por encima de lo que progresó en los dos trimestres anteriores.
Esta tasa del 2% coincide con las estimaciones del Banco de España y del FMI, pero no con las previsiones oficiales del Gobierno, que apuntaban a un crecimiento del 2,1% en el conjunto de 2019. En todo caso, se superan las proyecciones que apuntaban a un crecimiento del 1,9%, como las que hizo la Comisión Europea y algunos servicios de estudios. Los datos son aún provisionales y se conocerán a nivel desagregado el próximo 31 de marzo.
Con el crecimiento del 2% logrado en 2019, la economía española suma seis años de avances, aunque el del año pasado haya sido el menor desde 2014, cuando el PIB creció un 1,4%. El máximo de este periodo de seis años se alcanzó en 2015, con un crecimiento del 3,8%.
Según el INE, el crecimiento del 2% logrado en el conjunto del año pasado se debe a una aportación de la demanda nacional de 1,5 puntos, frente a los 2,6 puntos de 2018, en tanto que la demanda externa contribuyó con cuatro décimas al avance del PIB, después de restar algunas décimas en 2018.
Más gasto por las elecciones
El consumo de los hogares subió por sexto año consecutivo al incrementarse un 1,1% en 2019, siete décimas menos que en 2018 y su tasa más baja desde 2013. Por contra, el gasto público registró un crecimiento anual del 2,2%, tres décimas más que en 2018 y su mayor alza en diez años, previsiblemente por las convocatorias electorales celebradas en 2019.
La inversión, por su lado, desaceleró 3,4 puntos su avance anual, hasta el 1,9%, registrando así su crecimiento más moderado desde 2013. Con todo, el valor del PIB a precios corrientes alcanzó un nuevo máximo en 2019 y se situó en 1.244.757 millones de euros, un 3,5% superior al de 2018.
Fuentes del Ministerio de Economía y Transformación Digital han destacado la aceleración del PIB trimestral hasta el 0,5% en el último de 2019 y el "sólido" crecimiento de la economía española, que sigue mostrando avances superiores a la media europea.
Por su parte, el crecimiento del 0,5% registrado en el cuarto trimestre de 2019 se ha acelerado una décima respecto a los experimentados en los dos trimestres anteriores. Con este avance trimestral del PIB se acumulan ya 25 trimestres consecutivos de alzas.
Por su parte, la tasa interanual del PIB se situó en el 1,8% en el cuarto trimestre de 2019, una décima por debajo de la del tercer trimestre y su avance más moderado en cinco años. En todo caso, con el dato del último trimestre de 2019, se acumulan ya 24 trimestres consecutivos de tasas interanuales positivas.
El crecimiento del 0,5% en el último trimestre de 2019 se ha producido tras mantener el gasto público un incremento del 0,6%, el mismo que en el trimestre anterior, mientras que el consumo de los hogares se desaceleró ocho décimas, hasta estancarse (0%).
Por su parte, el gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro y al servicio de los hogares retrocedió un 0,7%, frente al avance del 1,6% del tercer trimestre de 2019.