
El magistrado del Juzgado Central número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, sitúa al presidente honorífico de BBVA, Francisco González (FG), en el centro de la investigación sobre el banco por la contratación del excomisario José Manuel Villarejo. El juez instruye dos piezas separadas contra la entidad, ambas bajo secreto de sumario, por las labores que realizó el exinspector para el banco. El grupo financiero que entonces encabezaba González pagó hasta 5,5 millones a Villarejo en varias facturas desde 2005 hasta finales de 2017, fecha en la que el expolicía ya estaba en prisión preventiva.
García Castellón admite en un escrito al que ha tenido acceso elEconomista que está investigando la implicación que tuvo el "entonces presidente" de BBVA en la contratación de Villarejo. Hasta el momento, ha salido a la luz que el banco se sirvió de los trabajos del expolicía al menos en dos ocasiones: para abortar el asalto de Sacyr a la entidad y para que investigara a la asociación de consumidores Ausbanc. Según se desprende en una grabación del excomisario de 2005, en la que mantiene una conversación con el entonces jefe de seguridad del banco, Julio Corrochano, el presidente de BBVA quería recibir un informe de la investigación que llevaba a cabo el expolicía "cada diez o quince días". Corrochano dejó el banco la pasada primavera, coincidiendo con el inicio de la investigación interna que abrió la entidad por los contratos con Villarejo.
Así, FG se pone en el centro de la diana dentro del proceso judicial. No obstante, el caso apunta más lejos. García Castellón investigará también la presunta relación de BBVA, González y Villarejo en el incendio de la Torre Windsor, el rascacielos situado en la zona financiera de Madrid que ardió hasta su desaparición la madrugada del 12 de febrero de 2005. El juez ha requerido toda la información al respecto a Moncloa.com.
Según reflejó el exinspector en un informe que realizó para el banco en el marco de la operación Trampa (nombre con el que se bautizó los trabajos que hizo para la entidad), el equipo de Villarejo preparó una "acción final" con el objetivo de destruir los documentos que tenía Deloitte e implicaban a FG en una presunta operación irregular. Concretamente, la consultora tenía los informes de auditoría sobre la sociedad FG Valores (de Francisco González) objeto de una investigación por parte de la Fiscalía Anticorrupción por presuntas irregularidades en su venta a Merrill Lynch.
Dichos documentos, presuntamente implicatorios para González, estaban en la planta número 23 del edificio Windsor, donde Deloitte tenía entonces sus oficinas. Según comunicó la consultora a la Fiscalía Anticorrupción días después del incendio del rascacielos, la compañía iba a remitir los papeles al Ministerio Público precisamente el lunes 14 de febrero de 2005, justo dos días antes del fuego. Sin embargo, el siniestro hizo desaparecer todos los documentos. Un siguiente informe de Villarejo para el banco fechado dos semanas después de la quema del Windsor, el 26 de febrero, reconoce que no se puede incorporar toda la información sobre las investigaciones por motivos de seguridad y añade: "el objetivo de este proyecto se ha cumplido totalmente", según Moncloa.com.
Tal y como publicó el 28 de enero este periódico, el excomisario dijo a BBVA que se había desecho de parte de la información relativa al espionaje que llevó a cabo para el banco. Villarejo remitió a Corrochano un documento en marzo de 2005 en el que señaló que "por razones de seguridad, no se guardaron la mayoría de los comunicados, que se transmitieron verbalmente al responsable del dispositivo". El expolicía reconocía que se habían cerrado cuentas de correo electrónico, destruido comunicados y eliminado canales de conexión eliminados.
Defensa a González
El presidente de BBVA, Carlos Torres, mostró el pasado 1 de febrero, durante la presentación de resultados del banco, su apoyo a FG. El ejecutivo defendió a su antecesor "por sus principios y por su ética" y dio por sentado que BBVA no tomaría ninguna decisión hasta que se demuestre que hubo irregularidades. Sí dejó claro que, de hallarse pruebas de delitos, se actuará con contundencia. A su juicio, no se puede hacer prejuicios sobre hechos que no están probados ni sacar conclusiones. Sobre González, aseguró que cree en él cuando le asegura que no sabía nada de la trama de espionaje. Torres justificó este apoyo en los diez años en los que trabajado junto a él, puesto que "sus acciones siempre han estado basadas en los principios y los valores". "He hablado con González y me ha transmitido que tiene la conciencia muy tranquila", añadió, para proteger la decisión del banco de mantener su cargo honorífico.
Niega el encargo de quemar el edificio Windsor
Villarejo difundió ayer un comunicado a través de su abogado en el que negó "rotundamente" su participación en el incendio del edificio Windsor y aseguró que la documentación difundida sobre el asunto es "una falsificación". "Es rotundamente falso que hubiese a mi persona algún tipo de encargo, de entidad alguna o de persona alguna, para sustraer o destruir físicamente documentos albergados en el Windsor", señaló.
El expolicía ve un despropósito que el juez le atribuya la autoría de "tan rocambolescas y fraudulentas filtraciones que no hacen sino provocar daños morales y en la salud" propias y de sus familiares. Asimismo, el excomisario ironizó con el asesinato del expresidente de EEUU, John F. Kennedy: "Sarcásticamente, debo confesar que, por fortuna, apenas tenía doce años cuando se produjo el asesinato de Kennedy. No descarto que en otras circunstancias se me hubiera podido atribuir incluso la autoría intelectual de aquella oscura conspiración".