Banca y finanzas

El BBVA se pliega a González: alarga la crisis al mantener su cargo de honor

  • El consejo analizó la situación de su exjefe, pero no adoptó medidas
El presidente de honor de BBVA, Francisco González. Foto: Reuters.

BBVA se ha plegado a las exigencias de Francisco González y ha decidido mantenerlo en el cargo de presidente de honor. El consejo de administración del banco, el primero tras el estallido del escándalo de las supuestas escuchas de Villarejo a empresarios y políticos en 2004 y 2005 por encargo de la entidad para tumbar el asalto de Sacyr, prefirió este jueves alargar la crisis reputacional por la que atraviesa toda la corporación y hacer caso omiso a los reguladores.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, instó al banco a poner fin al puesto de distinción otorgado a González a finales de diciembre, cuando dejó la presidencia ejecutiva tras más de veinte años en el sillón de mando, por el "riesgo reputacional que conlleva" su permanencia. Días antes, el vicepresidente del BCE, el español Luis de Guindos, reclamaba celeridad en la investigación interna, porque "el tiempo es esencial" en este tipo de cuestiones.

El consejo analizó la situación y las consecuencias que podría acarrear tanto el mantenimiento del banquero de Chantada en la organización como su cese forzoso. El jueves, el banco aún no había realizado un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para informar del cese o de la renuncia de González, por lo que, a priori, se da por hecho que sigue instalado en el trono.

González, por tanto, continuará teniendo la protección de la entidad, además del derecho a despacho en la sede de la Fundación del banco, coche oficial y secretaria. Todo apunta a que el grupo financiero aún no ha encontrado ningún tipo de conexión entre la trama de espionaje y el directivo gallego, es decir, ninguna prueba que haga pensar que ordenó las prácticas ilegales de las escuchas y los seguimientos físicos. Tampoco que creara cuentas secretas para sobornar a fondos de inversión contra Sacyr, tal y como señalan los documentos que están en manos de la instrucción de la Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción.

Admisión de responsabilidad

El banco pretende tener argumentos de peso para echar a González de la presidencia de honor porque, de lo contrario, podría implicar una admisión de responsabilidad en los hechos relatados por Villarejo. Y ésta sólo estaría justificada bajo el supuesto de que en la investigación interna, para la que están trabajando un equipo de PwC y los despachos Garrigues y Uría, concluyera indicios de irregularidades o ante una imputación.

No se espera que en las próximas semanas esté cerrado el análisis y no se descarta que a mediados de marzo -cuando la junta general del banco se celebra tradicionalmente- se haya zanjado, por lo que Torres y su equipo, liderado por el turco Onur Genç, tendrán que dar cuenta a los accionistas con la crisis aún abierta.

El código de conducta de la entidad, impulsado por el todavía presidente de honor, es contrario a cualquier tipo de actuación ilícita o que ponga en riesgo su imagen, por lo que el consejo de administración habría obviado esta guía que deja claro que la institución financiera "no tolera comportamientos que se separen" de los principios éticos, es decir que puedan ser reprochables o "perjudiquen la reputación o su buen nombre".

Solo el hecho de que haya una investigación sobre una supuesta red de espionaje masiva pone en cuestión la honorabilidad del que entonces era principal responsable del banco y que, según las escuchas, el propio González reclamaba información cada diez o quince días.

El código reclama a todos los trabajadores -máxime los altos ejecutivos- que antes de tomar una decisión deberían plantearse una serie de preguntas como: ¿vulnera alguna ley o regulación?, ¿es contraria a los valores, normas o políticas de BBVA? o ¿si mi comportamiento se hiciese público se consideraría inadecuado o poco profesional?.

Torres y Genç comparecerán el viernes ante los analistas y la prensa para dar detalles sobre los resultados del ejercicio pasado y tendrán que responder a innumerables incógnitas, que aún están sin responder sobre el caso Villarejo. Será la primera vez que ambos informen de las cuentas tras la remodelación de la cúpula a finales de diciembre.

El consenso del mercado apunta a que las ganancias de BBVA experimentarán un aumento significativo y llegarán al entorno de los 5.200 millones, incluyendo las plusvalías obtenidas por la venta de la filial de Chile. Esta mejora se produce en un contexto de incertidumbre de algunas divisiones, especialmente la turca, desde el pasado verano. España y México serán, previsiblemente, los motores del crecimiento del banco en 2018.

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