
Abanca reactiva la venta de Pescanova tras fallar la transacción con el grupo canadiense Cooke el año pasado. La entidad presidida por Juan Carlos Escotet desvela en el informe anual correspondiente al ejercicio 2023 que "continúa trabajando en la identificación de un socio que pueda tomar una participación en el grupo".
El banco gallego había alcanzado la primavera pasada un acuerdo con Cooke para venderle un 80% y permanecer como accionista mayoritario, sin que llegase a cristalizar porque el grupo canadiense paralizó la transacción después de efectuar una due dilligence. Aunque se especuló con el interés de Abanca por retomar las conversaciones, la operación se dio finalmente por rota y el propio Escotet aseguraba en octubre que el banco había "decidido aparcar el proceso" para priorizar su plan estratégico y reposicionar Pescanova.
Reposicionamiento
La nueva estrategia comenzó con la incorporación de Jorge Escudero como nuevo consejero delegado en septiembre pasado y se indicó que se iniciaba un proceso de "nuevo posicionamiento estratégico, financiero, comercial y de personas en Nueva Pescanova con el objetivo de fortalecer el proyecto empresarial, su competitividad y su modelo de negocio".
Abanca inició la búsqueda activa de un socio industrial que permitiese al grupo pesquero construir un proyecto a largo plazo después de tomar el control accionarial en 2020 con la compra del 24,5% que tenía en la compañía Banco Sabadell y el 15,3% en manos de CaixaBank.
"El efecto producido por la continuidad de la guerra en Ucrania, la inflación y el incremento de tipos ha hecho que este proceso fuera más lento de lo previsto", excusa el banco en el informe anual. En la actualidad desvela que "mantiene el proceso activo y alineado con la hoja de ruta establecida para la entrada de un nuevo socio en la compañía".
La elección de Cooke como socio inversor industrial llegó, según explicó Abanca en su día, después de un "riguroso análisis de tres años de las empresas líderes del sector a nivel mundial". Entre los puntos fuertes de la canadiense destacó una capacidad operativa que "permitirá reforzar la estabilidad, fortalecer el crecimiento y desarrollar el talento de la pesquera gallega".
Con sede en Nuevo Brunswick (Canadá) y operación en 12 países con una plantilla de 13.000 empleados, la operación se daba por cerrada, pero la transacción resultó fallida por, aparentemente, diferencias en la fijación del precio entre ambas partes. Entre los interesados se citó también a Red Chambers y la viguesa Iberconsa, a través de su dueño, el fondo Platinum Equity.
Diferencias de precio
La empresa gallega sufrió unas pérdidas superiores a los 73 millones de euros en sus primeros nueve meses del ejercicio fiscal que finaliza en marzo, los mayores números rojos desde que fue constituida en 2015 tras salir del concurso de acreedores (ese mismo año presentó un beneficio de 82,52 millones de euros). Al cierre de 2023, la compañía presentaba un pasivo de 870,12 millones y un activos de 1.007,10 millones de euros. El año pasado registró 60,46 millones en pérdidas durante el mismo periodo de tiempo.