Banca y finanzas

Crédit Mutuel deteriora 270 millones por la venta de Targobank a Abanca

Sucursal de Targobank. Archivos.

Crédit Mutuel encajó un deterioro de 270 millones de euros en Targobank antes de cerrar su transferencia a Abanca. El grupo galo anticipó, incluso, el cargo a 2022 como impacto en sus cuentas al reclasificarla como activo no corriente mantenido para la venta cuando entró en negociaciones en exclusiva con el grupo gallego, según recoge en el informe financiero.

Crédit Mutuel creó Targobank en el año 2011 en joint venture con el extinto Banco Popular. En 2017, el Popular transfirió al socio galo el 49% que controlaba a cambio de 65 millones en el marco del plan de desinversiones de activos desplegado buscando reforzar el capital, antes de que los problemas en el Popular se agravasen hasta el punto de resultar intervenido y vendido al Santander.

La apuesta por Targobank obligó a Crédit Mutuel a recurrir en varias ocasiones a inyecciones de capital para apoyar su desarrollo del negocio, con inversiones que sumieron a la filial en números rojos durante algunos años. Ese mismo 2017, le inyectó 150 millones, y dos años después le dio soporte con la suscripción de una emisión de deuda por otros 40 millones.

Las dificultades que tiene para lanzar el proyecto con su posición le convencen para la ulterior venta y ahí Abanca gana la carrera. La compra se anuncia en febrero, pero será en octubre pasado cuando se formaliza la firma, una vez recibidas las autorizaciones regulatorias preceptivas.

No han transcendido las condiciones económicas de la transacción, pero en dicho plazo de tiempo Crédit Mutuel volvió a respaldar a Targobank con cerca de 70 millones en diferentes ampliaciones de capital, por cuantías individuales entre los 6,12 y 48 millones. Son aportaciones por, al menos, un tercio del capital de la entidad que acabará integrando Abanca.

Refuerzo en el Arco Mediterráneo y Madrid

La transacción refuerza a Abanca, sobre todo, en el Arco Mediterráneo, en Madrid y Andalucía, consolidando su dimensión nacional. Con su integración, el grupo presidido por Juan Carlos Escotet aumentó en 6.000 millones el volumen de negocio gestionado o en un 5,6%, hasta los 114.117 millones. El grupo sumó 507 profesionales, que prestan servicio a 161.000 clientes a través de 51 sucursales, distribuidas por todo el país. Otro de los atractivos para Abanca de la transacción podrían ser los activos fiscales diferidos no monetizados de Targobank, generados por los ejercicios en pérdidas.

Con la firma del acuerdo arrancó en octubre la integración tecnológica que finalizará este año y el banco comentó a operar bajo la marca Targobank Grupo Abanca. Se trata de un proceso que Abanca tienen dominado por su propia historia de crecimiento inorgánico. El grupo Banesco irrumpía en España en 2012 con la compra del Banco Etcheverría y dio el salto en 2013, al adjudicarse Novagalicia Banco en el proceso abierto por el Frob.

En 2017 sumó Popular Servicios Financieros, y después encadenaría el negocio portugués de Deutsche Bank, la actividad en España de la lusa Caixa Geral de Depósitos, compró Bankoa a Crédit Agricole, la actividad en España de Novo Banco; en 2022 agregó Targobank y el pasado año alcanzó un acuerdo para la adquisición del portugués Eurobic.

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