
Abanca para la venta de Pescanova. La entidad financiera había llegado a un acuerdo el pasado mes de abril para vender el 80% al grupo canadiense Cooke y quedarse como accionista minoritario. Sin embargo, y tras realizar una due diligence, Cooke decidió frenar las negociaciones. Abanca confiaba en poder retomarlas a partir de septiembre, pero según confirman fuentes próximas a la operación, no hay acuerdo y la ruptura es un hecho. Según las partes, de mutuo acuerdo.
Abanca asegura que ha iniciado ahora un proceso de "nuevo posicionamiento estratégico, financiero, comercial y de personas en Nueva Pescanova con el objetivo de fortalecer el proyecto empresarial, su competitividad y su modelo de negocio". La nueva estrategia comenzó, de hecho, con la incorporación de Jorge Escudero como nuevo consejero delegado el pasado mes de septiembre.
El pasado mes de junio Abanca facilitó el circulante de la empresa, de la que es accionista mayoritario, con la concesión de un crédito de 150 millones avalado por el ICO con cargo al programa de ayuda a la guerra de Ucrania. Nueva Pescanova cerró el último ejercicio el pasado 31 de marzo con unas ventas de 1.074 millones de euros, lo que supone una caída del 1,1% respecto al ejercicio anterior, cuando la compañía aumentó un 19% su facturación.
La empresa gallega registró unas pérdidas después de impuestos de 53,4 millones de euros, frente a un beneficio el año anterior de 7,8 millones. En un contexto especialmente difícil para el sector por el encarecimiento de los costes, la compañía registró unas pérdidas de explotación de 9,5 millones frente al resultado positivo alcanzado un año antes de 37,4 millones.
Tres años de análisis
La elección de Cooke como socio inversor industrial culminaba ahora, según Abanca, "un riguroso análisis de tres años de las empresas líderes del sector a nivel mundial". La entidad financiera destacó en abril la capacidad operativa de la firma canadiense que "permitirá reforzar la estabilidad, fortalecer el crecimiento y desarrollar el talento de la pesquera gallega".
El grupo radicado en Nuevo Brunswick (Canadá) opera en 12 países con una plantilla de 13.000 empleados en los segmentos de acuicultura, proteína marina, pesca salvaje y nutrición. Abanca mantiene que "desde 2015 ha realizado un considerable esfuerzo por salvaguardar la viabilidad de la compañía y mantener a su matriz y a sus filiales integradas y su sede en Galicia".
La entidad que preside Juan Carlos Escotet no tiene además ninguna prisa en una desinversión ante "la inexistente" presión por parte del Banco Central Europeo. Eso sí, el regulador bancario no ve con buenos ojos que una entidad financiera tenga participaciones de control en empresas industriales. De hecho, en procesos similares al de Abanca con Nueva Pescanova, el BCE apremió a las entidades a deshacerse de este capital.