
Nueva Pescanova ha cerrado el ejercicio el pasado 31 de marzo con unas ventas de 1.074 millones de euros, lo que supone una caída del 1,1% respecto al ejercicio anterior, cuando la compañía aumentó un 19% su facturación.
En pleno proceso de venta al grupo canadiense Cooke, la empresa gallega ha registrado sin embargo unas pérdidas después de impuestos de 53,4 millones de euros, frente a un beneficio el año anterior de 7,8 millones. En un contexto especialmente difícil para el sector por el encarecimiento de los costes, la compañía registró unas pérdidas de explotación de 9,5 millones frente al resultado positivo alcanzado un año antes de 37,4 millones.
Tal y como adelanto elEconomista.es el pasado viernes, la empresa explica en su informe anual de cuentas que ha formalizado una póliza de crédito de 150 millones con Abanca, con aval del ICO, autorizado el 24 de mayo de 2023, con una duración de 8 años y un interés nominal del 6,1%.
Liquidez asegurada
Ese crédito, con cargo al programa de ayuda a la guerra de Ucrania, permite solventar los problemas de liquidez que había detectado EY en la due dilligence o auditoría de los activos en el marco de operación de venta. De hecho, KPMG ha avalado ahora las cuentas sin ninguna salvedad en las mimas.
Abanca se hizo con el 97% del capital de Nueva Pescanova hace tres años mediante una capitalización de deuda por valor de 542 millones de euros. Su objetivo ahora, si se concreta la venta al grupo canadiense, es quedarse como accionista minoritario, al margen de seguir prestando apoyo financiero. La elección de Cooke como socio industrial"culmina un riguroso análisis de tres años de las empresas líderes del sector a nivel mundial", según anunció en abril el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet.