
El cambio de estrategia hipotecaria de la banca impulsando los préstamos a variable para rentabilizarlos ante la subida del euríbor no termina de cuajar entre los usuarios. La firma de hipotecas a tipo fijo marcó récord el pasado mes de julio, último mes del que hay datos disponibles por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y superó el 75%, concretamente situándose en el 75,4%, nivel no visto históricamente. A pesar de que el sector financiero ha encarecido los préstamos inmobiliarios a fijo a toda velocidad en lo que va de año, los préstamos a variable no terminan de encajar entre los clientes que huyen de la escalada tan vertiginosa que está marcando el euríbor acompañando a las subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) y las que aún están por llegar.
Los principales bancos que operan en nuestro país han encarecido el precio de las hipotecas a fijo más de un 50% desde que arrancó el año hasta ahora. Concretamente, a inicios del ejercicio, la TAE media comercializada para las hipotecas a fijo se situaba en el 2,11%, frente al 3,26% en el que estaba a cierre de este verano. De hecho, seguirá al alza, ya que los principales expertos del sector hipotecario pronostican que se verán tipos del 5% para las hipotecas a fijo de cara a final de año. Además, tal y como ya adelantó la semana pasada el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, la previsión actual es que los tipos de interés en la zona euro alcancen el 2,5% a cierre de este ejercicio.
Ofertas competitivas
En paralelo, algunos bancos, con el objetivo de hacer más atractivas sus hipotecas variables y conducir a los usuarios hacia esa dirección, han rebajado los diferenciales hasta el 0,5%, como es el caso de Laboral Kutxa, aunque hay entidades con ofertas también competitivas como BBVA que ofrece un diferencial en el 0,6%; mismo que también ofrece Evo Banco (la entidad online de Bankinter). A inicios de 2022, el diferencial sobre euríbor que comercializaban los grupos se situaba en una media del 0,9%.
A pesar de la competitividad de las ofertas, el temor a que el euríbor siga tocando máximos no vistos en la década desincentiva a los clientes.
De hecho, varios bancos ya aseguran que ha habido un leve repunte de los usuarios hacia la hipoteca a tipo mixto, aquella que tiene los primeros años de vida (pueden ser cinco, diez o quince años) a un interés fijo y los posteriores, a un tipo variable.
El Banco Santander, ante este ligero aumento de la demanda, volvió a asomar a su escaparate la hipoteca mixta el pasado mes de junio. Mientras que Bankinter, su entidad digital Evo Banco o ING la mantenían visible en la oferta, el resto de grupos financieros aún son reacios a promocionarla aunque sí que la ofrecen a los particulares que la demandan, especialmente a través de las sucursales.
El euríbor a doce meses, principal indicador hipotecario, se situó el pasado 30 de septiembre (último día del que hay datos) en el 2,556%. Este umbral, no visto desde el año 2009, ha roto todas las previsiones del sector financiero de nuestro país. Inicialmente, es decir, a inicios de este año, los bancos preveían que el índice se acercara a diciembre en el 0%, después de cerrar 2021 en negativo, en el -0,501%. Meses después, en junio, y ante la escalada del indicador, los principales bancos del país apostaban ver el euríbor para final de año entre el 2,2-2,3%, otro nivel que también ha roto y avanza precipitadamente hacia el 3%. Si el referente de las hipotecas variables tocara dicho nivel, el del 3%, supondría que una hipoteca media (145.500 euros financiados, a 24 años con un diferencial del 0,92%) se habría encarecido en casi 3.000 euros al año (2.952 euros) frente a lo que pagaba el usuario en diciembre de 2021. Es decir, la cuota mensual pasaría de 531 euros a 777 euros.
Impacto según el préstamo
No obstante, determinados banqueros de las principales entidades matizan que la subida para los particulares no es tan elevada, especialmente si son préstamos antiguos. Estas mismas fuentes recuerdan que en los primeros años de las hipotecas se paga un volumen mayor de intereses quedando para los últimos años la mayor parte del capital prestado, por tanto, si son préstamos con varios años de vida, la subida del euríbor no encarece tanto su préstamo porque gran parte de los intereses ya se han pagado.