La economía rusa está sufriendo en 2025, y parece que los problemas se han contagiado a la industria petrolera del país. Para una nación que depende enormemente de sus ingresos por la venta del petróleo, y más ahora, que tiene que financiar una guerra, es de vital importancia producir la mayor cantidad de crudo posible. Históricamente Rusia ha sido uno de los países que ha incumplido sus acuerdos con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y ha sido habitual que produjese más de lo que reconocía abiertamente, pero ahora, de forma sorprendente, Rusia está produciendo menos cantidad de la que se había comprometido.