El gigante del comercio electrónico chino Alibaba admite que el hecho de que su matriz tenga la sede en el paraíso fiscal de las Islas Caimán le permite no tributar allí y eludir, además, posibles sanciones. En la documentación enviada por la propia compañía a la SEC, el regulador bursátil norteamericano, Alibaba señala, en concreto, que "como empresa de las Islas Caimán, por lo general no estamos obligados a cumplir con las sanciones de Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea en la misma medida que las entidades en estos países".