Leonor, ausente pero muy presente en graduación de su hermana pero emotiva: la videollamada familiar
A veces la emoción viaja en un haz de luz, atraviesa la atmósfera y se posa sobre un rostro iluminado por la pantalla de un móvil. Así ha ocurrido este sábado, cuando el castillo de St Donat’s, en la costa galesa, no solo fue testigo de la graduación de la infanta Sofía, sino también del poder invisible de los vínculos familiares. La princesa Leonor, desde la cubierta del Juan Sebastián de Elcano, en alta mar y con el viento de la instrucción naval soplándole en el rostro, se asomó por una pantalla a uno de los días más importantes de su hermana. No estuvo allí, pero estuvo más que nunca.