Los analistas empiezan a poner cifras al impacto que tendrá el polémico plan de choque para abaratar la luz que el Gobierno anunció esta semana. No en vano el propósito de intervenir los beneficios de las eléctricas españolas, alegando que deben renunciar temporalmente a los supuestos sobreingresos derivados de los altos precios del gas en el mercado mayorista, ha generado un terremoto en el sector.
