
Con un 80 % de condiciones climáticas favorables, el tiempo parece aportar su parte de cara al lanzamiento previsto a partir de las 20.00 horas de este miércoles (00.00 GMT del jueves 16 de septiembre) del cohete Falcon 9, sobre el que irá montada la cápsula Dragon, ambas de la firma privada SpaceX, la compañía fundada por Elon Musk y la responsable de esta misión de tres días y en la que la NASA será una mera espectadora, informa la Agencia EFE.
Un empresario, un ingeniero, una asistente médica y una educadora experta en ciencias irán a bordo de la cápsula que, en su viaje orbital, alcanzará una altura de casi 575 kilómetro, más que la Estación Espacial Internacional (EEI) y que el telescopio espacial Hubble.
A una velocidad de unos 28.160 kilómetros por hora, la cápsula dará una vuelta al planeta cada 90 minutos, en el que es un recorrido de mayor envergadura que los realizados recientemente por los millonarios Richard Branson y Jeff Bezos. A bordo de naves de sus respectivas compañías espaciales privadas, ambos efectuaron viajes suborbitales a una velocidad tres veces la del sonido que les permitieron experimentar la ingravidez por unos minutos.
Quiénes son los pasajeros de este viaje espacial
En el Inspiration4, el único multimillonario es el comandante Jared Isaacman, de 38 años, fundador y presidente de la firma Shift4 Payments, amante de la aviación y quien financió la travesía espacial de los otros tres tripulantes, con un coste que no se ha dado a conocer.
Con él viajarán Hayley Arceneaux, de 29 años, sobreviviente de un cáncer y médica asistente del Hospital de Investigación Infantil St. Jude, quien será la persona más joven en volar al espacio orbital. Van también la profesora universitaria Sian Proctor y el ingeniero aeroespacial y veterano de la Fuerza Aérea Chris Sembroski.
Todos ellos civiles que han recibido durante unos meses entrenamiento en la base de SpaceX en Hawthorne, California, que incluyó maniobras en gravedad cero y prácticas con las fuerzas gravitacionales que experimentarán en el espacio. Los civiles han sido preparados para emergencias, ejercicios de entrada y salida de naves espaciales y trajes espaciales, así como simulaciones de misiones parciales y completas.
La misión tiene un componente benéfico, ya que servirá para recaudar fondos a favor del hospital infantil St. Jude, una campaña iniciada por el propio Isaacman con una donación de 100 millones de dólares y que espera duplicar con otras aportaciones.