La escasez de suministros que se está viviendo en todo el mundo no solo no tiene visos de acabar pronto, sino que, además, está dejando claro que ninguna industria está a salvo. Fabricantes y minoristas ya avisan de que no cuentan con oferta suficiente para hacer frente a la demanda prevista para la gran temporada de compras, cuyo pistoletazo de salida lo dará el Black Friday el último jueves de noviembre. La cuestión es que, incluso si tuvieran stock suficiente, igual no podrían hacer llegar sus productos a los clientes debido a la escasez de cartón, elemento clave en la cadena de distribución en la que se basa el ecommerce.
